Desde el segundo en que se informó que las restricciones fronterizas continuarían por lo menos hasta el 21 de agosto, varias instituciones y figuras políticas se mostraron molestas por tener que aplazar nuevamente la esperada reactivación económica que sólo la reapertura puede dar a la región.

Tal fue el caso del alcalde de San Diego, Todd Gloria, quien tachó de– error– la resolución de las autoridades federales argumentando que se está haciendo daño al comercio de la región, particularmente a las empresas de San Ysidro.

De hecho, algunos empresarios de San Diego han acusado de “capricho” las acciones del gobierno federal, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de San Ysidro, Jason Wells, dijo para el medio la-lista que el cierre de la frontera no es mas que un “capricho político” que está relacionado con la crisis migratoria.

Agregó que no entiende cómo es posible que se mantengan las restricciones con Baja California, cuando el estado mexicano ya ha alcanzado el 70% de vacunación de las personas elegibles. Un porcentaje similar a San Diego, que ya tiene el 70% de vacunación de los ciudadanos mayores de 12 años.

Lamentablemente, las autoridades han compartido que desde que iniciaron las restricciones se han cerrado 200 negocios. La Cámara de Comercio de San Ysidro, encabezada por Wells, así como diversas figuras políticas, continúan sus intentos de levantar las restricciones, sin embargo, persiste la negativa del gobierno federal.

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