El pensador y humorista Diego Silverio Saavedra Lara advierte que un eventual fracaso de la izquierda progresista podría llevar a un símil de Bolsonaro al poder en México. Esta es la segunda entrega de la columna semanal de Diego en San Diego Red.

Cuando en 2006 Andrés Manuel competía en su primera elección en América Latina se desarrollaba lo que muchos llamaron la “marea rosa”. Básicamente se trataba de gobiernos de corte progresista, es decir: los de Hugo Chávez en Venezuela, Lula da Silva en Brasil, Cristina Kitchener en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, José Mujica en Uruguay y Evo Morales en Bolivia.

Para que la entelequia estuviera completa hacía falta que se sumara un surfista mexicano, pero la historia mexicana de 2006 es bien conocida.

A 12 años de aquella coyuntura, Andrés Manuel ha llegado. Sin embargo, la marea ya está baja. Tan baja la marea, que Lula da Silva se encuentra en prisión y los brasileños se preparan para ser gobernados por un personaje tan fascista que hasta parece broma (y de mal gusto).

Lejos de jugar al futurólogo me gustaría explorar algunas inquietudes a raíz de la llegada al poder de la “izquierda en México” y la ultra derecha en Brasil. No soy el primero en apuntar que el fin de los gobiernos progresistas en Brasil y en Argentina pueden brindar lecciones que salven al obradorismo de terminar entregando el poder a la derecha en el 2022.

Es innegable el ánimo popular tras la derrota del PRI y PAN en las elecciones del primero de julio. Esto no quiere decir que “el pueblo” esté volcado a la izquierda. Situaciones como la caravana migrante y la consulta sobre la continuidad del NAIM, han servido para que las expresiones clasistas y xenófobas típicas de la derecha invadan el espacio público.

No pretendo defender la decisión de cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto, pero me parece esclarecedor el tono de ciertas críticas. Estas parecían más enojadas por el hecho de que el futuro de una obra pública estuviera sujeta a un mecanismo de decisión popular. Por ejemplo, la periodista Fernanda Familiar urgió en sus redes sociales la intervención del empresariado para “poner orden”.

EMPRESARIOS MEXICANOS: Ustedes tienen la fuerza para detener este acto ilegal de AMLO y evitar que México inicie quebrado. Súmense y pongan orden. La democracia no puede ser trastocada y si frena el crecimiento del México, no podrá intentar dismininuir la desigualdad social.

— Fernanda Familiar (@qtf) October 29, 2018

En un tono menos golpista, algunos periodistas advirtieron sobre el riego económico de la cancelación poniendo los intereses económicos por encima de lo democrático. Para apuntalar su argumento utilizaron a las calificadoras y los altibajos en el tipo de cambio.

Abraham Mendienta, en su columna del domingo pasado en San Diego Red, señaló que la derecha se encuentra en un estado de indefinición entre el Calderonismo y el Anayismo. Me parece que aunque esto sí describe el panorama del PAN, el diagnóstico no termina de dibujar el espectro de derecha mexicana y deja de lado ciertas expresiones que desde las campañas comenzaron a brotar. Me refiero a: esa sensibilidad “libertaria” que aflora hoy que la derecha llama a marchar a favor de la continuación del aeropuerto

Esta nueva sensibilidad que esta apareciendo incluye en sus banderas un férreo anticomunismo, antifeminismo, la incorrección política y el dogma del libre mercado, páginas como Tumbaburros.

La caída de Lula se debió principalmente a la conjugación del poder judicial y lo que se se conoce como el 4to Poder. En el escenario mexicano, la oposición electorera sigue manteniendo afinidad ideológica con muchos comunicadores como "Fernanda Familiar".

El ascenso de Bolsonaro no sólo se debe al encarcelamiento de de Lula, sino a la batalla cultural que las clases medias han comenzado a librar. Temas como el aborto y la diversidad sexual son muy capitalizables para la derecha.

La próxima administración ha prometido un agenda progresista en cuyo éxito o fracaso no solo se juega su permanencia en el poder. Un eventual fracaso podría terminar por empoderar esta sensibilidad cripto fascista que asoma su rostro. Si el progresismo liberal falla, casi siempre es debido a las contradicciones inherentes al capitalismo. O por su tibieza.

Por lo pronto veremos qué tanto músculo puede muestra la derecha en la “marcha fifí” a la que han convocado para el 11 de noviembre.

"Somos libertarios, no de derecha"

-Los de derecha.

— Tyto Alba⚑ (@profeanarquista) November 1, 2018

Diego es co-autor del podcast y canal de Youtube Chalino Marx. Es licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Baja California y docente en Ciencias Sociales. Durante su años de formación académica se desempeñó como asistente de investigación en El Colegio de la Frontera Norte, en el departamento de Estudios Sociales. Ha participado como ponente en múltiples congresos y coloquios, así como investigador especializado en la Gerencia de Investigación y Documentación de las Artes del Cecut.