Un reverendo fue acusado de robo luego de que se supiera que gastó más de 40 mil dólares de recursos parroquiales para poder jugar Candy Crush, Mario Kart y Pokémon Go. Esto ha provocado una investigación en su contra.

Todas las acusaciones tienen que ver con el mal uso de fondos de la iglesia. Se percataron de esto luego de que un contador de la iglesia católica Saint Thomas More en Pensilvania lo notara.

Los gastos comenzaron desde 2019.

Aparentemente, el reverendo en cuestión tiene un serio problema con el juego, ya que se encontró evidencia de este comportamiento desde 2019, poco después de que llegara al templo religioso.

Esto significa que el gasto de 40 mil dólares se dio en el transcurso de tres años. Además, no solo encontraron pruebas de que gastaba el dinero en juegos de aplicación, sino que también lo utilizaba para comprarse diversos artículos, como una tableta Amazon Fire y un juego de química.

El reverendo de 51 años fue puesto en libertad después de pagar una fianza de 250 mil dólares. No informaron si fue expulsado de la congregación a la que pertenecía.

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