Este fin de semana Valle de Guadalupe se tiñó de colores, alegría, risas, música y sobre todo, mucho vino, cortesía de la familia vinícola más importante de la región, CETTO.
Este sábado 12 de agosto se celebró una edición más de la tradicional vendimia de Grupo Cetto, una auténtica Fiesta de Colores que es una experiencia sin igual, y en la que SanDiegoRed fue un invitado especial.
A la 1 de la tarde el magno evento comenzó con las raíces de la vendimia, el agradecimiento y bendición de la primera cosecha de uva en el año, fruta que es el centro de toda la industria vitivinícola.
Integrantes de la tercera y cuarta generación de la familia Cetto estuvieron presentes en este acto que permite reflexionar, así como agradecer la buena voluntad de la naturaleza y el gran esfuerzo de todos los involucrados en la creación del vino.
Una vez celebrada la misa, los asistentes fueron llevados a la bendición de la molienda de la uva, en donde pudieron observar el proceso.
Después, llegó el momento de la degustación de vinos en donde el personal de la casa Cetto brindó una atención personalizada para que cada uno de los asistentes tuviera la mejor experiencia al probar alguna de las más de 30 etiquetas, junto con algunos canapés.
Cabe destacar que a lo largo del día se estuvieron ofreciendo estas etiquetas al público, además de que por el calor se contaban con varios puntos de hidratación con agua natural y mineral.
Posterior a este momento de convivencia, se procedió a ir al patio en donde los esperaba uno de los momentos cumbre del día: el concurso de pisado de uvas.
La emoción por el concurso era tanta que hasta había lista de espera. Primero las mujeres comenzaron con el pisado, mientras que sus acompañantes sacaban el jugo de los tubos extractores.
Unos de los ganadores fueron una pareja de 28 años de casados provenientes de La Quinta en California, EEUU. Ellos nunca habían asistido a la Fiesta de Colores, pero tras esta primera experiencia, ya no se la quieren perder año con año.
La categoría varonil lució más por la comedia que por la calidad al pisar las uvas. El jugo de la vid salía disparado a todas partes menos a la cubeta correspondiente. El público tuvo la oportunidad de reír como nunca, mientras rememoraba cómo se hacía el vino antes.
Después del pisado de uvas, llegó el momento de ir a la terraza, en donde la decoración sólo era superada por el majestuoso atardecer que se puede contemplar desde ahí.
La comida fue un exquisito banquete servido en cuatro tiempos:
El primer tiempo consistió en un Carpaccio de Filete de Res, queso Ramonetti, ensalada de arúgula, vinagreta de vino tinto y alioli de aceitunas verdes de la casa, además de crostini.
Para el segundo tiempo llegaron unos deliciosos Raviolis de queso con Pato Confitado, champiñones salteados y salsa de uva.
El plato fuerte fue un increíble Filete de res asado a la leña, acompañado de una mezcla de champiñones, puré de chirivia y salsa de nebbiolo.
Y lo que no podía faltar, el postre fue un buñuelo de pasta filo con fresas maceradas y crema montada con passito de la casa.
Todo esto amenizado por las finas notas de un violín y acompañado con la variedad de etiquetas de la línea Sierra Blanca.
Después de la comida, el CEO de la casa vinícola, Luis Alberto Cetto, dio unas palabras para agradecer a los asistentes y a los empleados de Cetto, a quienes recordó que son parte de esta gran familia.
Además, se presentaron las medallas más representativas que han ganado los vinos de Cetto en distintos eventos internacionales a lo largo de 2023, tal como el reconocimiento de la Mejor Bodega Mexicana del Año en el New York International Wine Competition.
La familia Cetto guió a los invitados a la plaza de toros, en donde se llevaría a cabo el espectáculo musical.
A las 08:15 de la noche, comenzaron dos horas llenas de música, baile y diversión gracias al enorme talento de 30 artistas de la agrupación Myst, quienes combinaron un gran show de luces y performance con un repertorio musical en inglés y español de más de cinco décadas.
Posterior a las dos horas de goce y música, llegó la hora de cenar. Las tortas Washmobile estuvieron presentes para cerrar la oferta gastronómica de una manera casual pero distintiva.
Además, el after party con DJ detonó la emoción de las personas, quienes pudieron disfrutar un momento de convivencia, júbilo, baile y más vino.
Después de 95 años de comenzada su bella historia en Baja California, más que una casa vitivinícola, Cetto sigue siendo una gran familia -cada vez más grande- que une a las personas de ambos lados de la frontera en momentos llenos de amor y felicidad.
La Fiesta de Colores precisamente fue una celebración de la uva, del vino, pero sobre todo, fue una oda a la vida misma, ya que nos recordó que los vinos de Cetto están presentes en los momentos más felices.
¡Salud!
Para conocer más sobre los exquisitos vinos de Cetto visita sus redes sociales:
Facebook: VinosGpoCetto
Instagram: vinoslacetto
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