Tijuana es una ciudad con mucha historia, no siempre con el tipo de relatos que uno espera ya que se cuenta con muchas leyendas e historias vividas por ciudadanos a lo largo de los años, una de estas que no ha sido compartida y que muchos no conocen es sobre “Las Monjas del Guaycura”.

El relato es contado por un hombre, el cual asegura que todo comenzó en los años 80 cuando estaba a pocos días de llevar a cabo su primera comunión (un evento religioso católico) cuando tenía apenas 8 años; este acudía a una iglesia ubicada en la colonia Guaycura; iba solo a sus clases ya que su hermana (de 3 años en ese entonces) aseguraba que le daban miedo las “señoras de negro”, su mamá pensaba que se refería a las monjas que vivían en el convento junto a la iglesia. En una ocasión, durante la tarde casi llegando la oscuridad de la noche, fue perseguido junto a su amigo Diego y su hermano Carlos por una “monja” vestida completamente de negro, Diego fue el más afectado por esto ya que la criatura lo alcanzó y lo atacó, aseguran que parecía como si un cohete le hubiera explotado en la cara, con pedazos de carne colgando de ella y sangre escurriendo; este fue llevado al hospital de emergencia, terminó con la mitad de su rostro vendado; abruptamente este se mudó con su familia sin despedirse de nadie.

Este es solo uno de los sucesos que engloba la aparición de las terroríficas monjas vestidas de negro, ya que aseguran, que incluso las monjas que vivían junto a la iglesia sabían de su existencia y buscaban proteger a los niños de la colonia de estas criaturas extrañas. Él y su hermano Carlos fueron víctimas del acecho por parte de esas “cosas” que los atormentaban en las noches, haciéndolos ver animales con apariencia humana, escuchar cosas e incluso verlas esperando fuera de su casa paradas en la baqueta en la madrugada (esto también fue visto por otros vecinos), pero ambos decidieron no contarle nada a su mamá para no preocuparla.

Cabe destacar que diversas personas de la misma colonia eran conscientes de la existencia de esas “cosas” vestidas de monjas que rondaban la iglesia y los hogares, estas han pasado por generaciones por las calles y consideraban que eran personas locas o monjas que fueron expulsadas de su convento por realizar “prácticas oscuras”; sin embargo, desconocían de dónde provenían o en donde se quedaban. Una serie de asesinatos así como ataques y desapariciones de niños alarmaron a la comunidad, la cual ponía más atención a estos sucesos sin llegar a relacionarlo con las monjas, al punto en el que realizaban las actividades escolares y religiosas más temprano para no ponerlos en riesgo.

Un día, Freddy, amigo de Carlos, llegó corriendo al hogar de los dos hermanos, comentando que habían encontrado la casa de las monjas, la cual era una cueva ubicada en un patio de una casa abandonada cerca de la iglesia; las habían visto entrar con un niño llorando y los vecinos se habían aglomerado en la entrada; sin embargo, quien compartió esta historia se perdió antes de llegar al tumulto ya que fue perseguido por las criaturas; al volver a la casa, su hermano Carlos (el cual se había ido con Freddy a ver el suceso) acababa de colgar el teléfono, con la cara pálida le dijo que se tenía que ir y ese fue el último día que lo vio. El “desastre” que aseguraban haber hecho en la cueva de esas monjas tras sacar artículos satánicos y destruir cosas, jamás apareció.

Esta historia fue contada a través del canal de Youtube “Relatos de la Noche”, el cual cuenta vivencias terroríficas, paranormales o inexplicables compartidas por personas al narrador; si bien muchos podrían pensar que esto era falso, sin embargo muchas personas aseguran que ellos mismos o incluso conocidos vivieron situaciones similares con esas criaturas, no solo en esa zona, sino también en las inmediaciones del Cerro Colorado y colonias cercanas; agregaron que solo muy pocas personas les gusta hablar de eso ya que esto sucedía en su mayoría en la década de los 80's, cuando en esa zona habían pocas casas y fue tal el terror que generó que muchos desean no recordarlo.

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