El conflicto de migratorio sigue siendo y lo será en el futuro, un tema de interés político, no solo en México sino en toda América Latina.

Para los Estados Unidos el efecto migratorio tiene dos puntos de análisis y generalmente sirve de material propagandístico en épocas electorales. Por una parte, realza el ímpetu nacionalista republicano; por otra, se sirven de la mano de obra barata, acaso demasiado barata que ofrecen los trabajadores ilegales que cruzan la frontera, buscando tener una vida digna.

En el caso de México, el fenómeno migratorio es un fenómeno, a todas luces lucrativo. Si fuera posible darle un valor a los migrantes que parten de este país hacia el norte, sería aproximadamente de 60 mil millones de dólares al año. Una cantidad que, de no ser por el efecto migratorio, sería imposible generar dentro del país.

Hay un hecho claro de este fenómeno social; los beneficiados del éxodo, no son en primera instancia, los propios migrantes. Por un lado deben sobrevivir el cruce fronterizo, arriesgando su vida sin ninguna garantía; por otro lado, el hecho mismo de emigrar es el resultado de una necesidad por sobrevivir: buscar las posibilidades de una vida digna que en el país de origen no existen.

Una de las dificultades que se presentan, es al contratar los servicios de un coyote. De acuerdo con información del periódico Reforma, en una consulta con los datos de BBVA Research, el costo por cruce ilegal ha aumentado significativamente durante los últimos años.

Juan José Li, economista de BBVA menciona que los costos por contratar a un coyote han llegado a los 200 mil pesos, un aproximado de 10 mil dólares. josé Li agrega que, este dinero suele ser cubierto por los mismos familiares que radican en Estados Unidos.

Otras veces, siguen mencionando el artículo del Reforma, incapaces de pagar el costo del coyote, familias de México se endeudan con este grupo de personas, lo cual pone en riesgo a las familias de personas migrantes, por las relaciones con grupos criminales.

Según su conocimiento sobre el tema, Juan José menciona que los migrantes que viven en Estados Unidos viven con un mínimo de pertenencias, en lugares compartidos, sin embargo, el salario que encuentran por jornadas de 12 horas al día superan casi el salario mensual mínimo de México. Aproximadamente 200 dólares de ganancia por día, suelen ser gratificantes para alguien que llega de un país donde el salario mínimo de un mes, sea de un poco más de 4 mil pesos.

Las grandes diferencias salariales acrecentará en los próximos años el flujo migratorio de manera considerable. Es evidente que a nadie puede convenir que esto acabe. Las grandes remesas que el gobierno recibe, así como la mano de obra barata, son aspectos que no pueden ignorarse.

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