La masacre en la escuela primaria Robb, ubicada en Uvalde, Texas fue un hecho que marcó a Estados Unidos, pues 21 personas, la mayoría de ellos infantes, murieron a manos del tirador Salvador Ramos, causando la tristeza de la nación entera.

Una de las sobrevivientes de la tragedia, Miah Cerrillo, de 11 años de edad, contó su historia a los medios, sorprendiendo al confesar que incluso tuvo que recurrir a llenarse de la sangre de uno de sus compañeros para fingir estar muerta y salir con vida.

De acuerdo con Cerrillo, su clase se encontraba viendo ‘Lilo & Stitch’ cuando sus profesores se enteraron que los atacantes se encontraban en el edificio, sembrando terror en los presentes.

Una de sus maestras fue al aula para cerrar la puerta con llave, pero ya era demasiado tarde, pues la alumna comentó que el agresor ya se encontraba fuera del salón, por lo que disparó por la ventana de la puerta para hacerles daño.

La menor cuenta que su maestra entró al salón y el hombre armado la persiguió hasta que la encontró y le dijo “Buenas Noches” para posteriormente asesinarla de un disparo, acción que repitió con muchos de sus compañeros mientras ella presenciaba el traumático hecho.

Miah logró contar las balas que disparaba el criminal y se aprovechó de esto para dirigirse hacia otro salón de clases, desde donde escuchó gritos de sus compañeros acompañados de más detonaciones, incluso aseguró que en una ocasión el agresor puso música triste, “música con la que quieres que la gente muera”, declaró la estudiante.

Ella y su mejor amigo finalmente lograron encontrar el teléfono de una de sus maestras y comunicarse con el 911 para pedir ayuda a las autoridades, así que hundida en el miedo, la niña tuvo que tomar un poco de la sangre de sus compañeros y fingir que estaba muerta, ya que la policía tardó en llegar a la escena del crimen.

La pequeña permaneció así durante 3 horas, hasta la llegada de los agentes. Una vez escuchó su llegada, se animó a levantarse y salir de la institución.

Mientras que Donald Trump y otros magnates continúan apoyando la legalidad en la venta de armas de Estados Unidos, este tiroteo sucedido el pasado martes 24 de mayo ya ha sido considerado como el más mortífero ocurrido en la nación desde 2012.

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