Durante una entrevista a la cadena ABC, la madre del tirador que llevó a cabo la masacre en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, declaró que su hijo ''podía llegar a ser agresivo si realmente se enfadaba”, asegurando sentirse consternada por la muerte de todos los pequeños.

"A veces tenía una sensación incómoda, como '¿qué estás haciendo? (...). Todos tenemos rabia, pero algunas personas tienen más que otras", señaló Reyes desde su propia casa a ABC.

La mujer afirmó no tener conocimiento de que su hijo hubiera comprado armas, mostrándose consternada por la muerte de los niños, niñas y maestras ocurrida el pasado 24 de mayo.

“No sé qué decir sobre esos pobres niños", expresó entre lágrimas.

Un día antes que ella, su abuelo Rolando Reyes habló para el mismo medio de información, y aseguró de igual forma no saber sobre la compra del armamento, mismo que fue adquirido entre el 17 y el 20 de mayo, de acuerdo con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (BATFE, por su sigla en inglés) de Estados Unidos.

"No me gustan las armas. No puedo estar cerca de las armas. Odio cuando veo todas las noticias, todas esas personas a las que les disparan", dijo el abuelo, quien reconoció tener antecedentes penales, razón por la cual no tiene armas en casa.

Por su parte, Reyes describió como "muy callado" a su nieto, quien esa mañana tuvo una discusión “nada significativa” con su abuela por una factura telefónica, a quien terminó disparando antes de ir a la escuela. Actualmente su estado de salud se reporta como estable y cabe mencionar que fue ella misma quien reportó a su nieto con las autoridades.

Unos días después de cumplir 18 años, edad legal para comprar armas de fuego en Texas, Ramos adquirió 2 rifles de asalto AR-15 con uno de los cuales irrumpió en la primaria, siendo ejecutado tiempo después por un guardia de la Policía Fronteriza que en ese momento se encontraba fuera de servicio.

En el denominado ataque armado a un centro escolar más mortífero en la historia de Estados Unidos, fallecieron 21 personas, 19 niños y niñas con edades entre 8 y 10 años, así como 2 maestras que intentaron proteger a los menores. Asimismo, otras 17 personas resultaron heridas, entre ellas 3 agentes.

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