Tras la toma de la mayoría de las ciudades en Afganistán por parte de los talibanes, ha habido un desconcierto en la población sobre si este grupo seguirá permitiendo la educación de las niñas.

La UNICEF se ha mostrado optimista ante los recientes comentarios del grupo, aludiendo a que los representantes esperan orientación de sus líderes respecto a este tema. Otros expresaron su deseo de que las escuelas sigan en funcionamiento.

Estadísticamente, la mitad de los niños en Afganistán no va a la escuela debido a los conflictos bélicos, la pobreza, el matrimonio infantil y la discriminación contra niñas. Esto representa 3.7 millones de menores entre los 7 y 17 años.

El organismo de la ONU sigue enviando ayuda a la mayor parte de Afganistán y tiene esperanzas de colaborar con los talibanes, dijo Ben Messaud, jefe de operaciones de campo de la agencia en Afganistán, durante una conferencia en Ginebra.

Tenemos discusiones en marcha, somos bastante optimistas basándonos en esas discusiones. No tenemos un solo problema con los talibanes en esas oficinas de campo.

Entre 1996 y 2001 los talibanes que gobernaron el país no permitían que las niñas fueran a la escuela ni que las mujeres trabajaran; además ellas debían cubrirse la cara y estar acompañadas de un pariente masculino al salir de sus hogares.

Recientemente, un director de salud talibán en Herat les pidió a las empleadas que volvieran a su trabajo. De momento no hay una comunicación directa con los líderes talibanes en Kabul.

No obstante, el jefe de la ONU, Antonio Guterres, se mostró preocupado ante las “escalofriantes” restricciones a los derechos humanos bajo la administración de los talibanes y las violaciones en aumento contra las mujeres y niñas.

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Con información de Aristegui Noticias