Muchos socios del Club Campestre de Tijuana están muy molestos y no se explican la tibieza con la que ha defendido el Club su presidente Gastón Toledo Castillo. Desde que inició la campaña de desprestigio y agresiones por parte del actual gobierno de Baja California hacia el Club, Toledo prefirió quedarse callado, siempre con una actitud pasiva, temerosa y endeble.

Una vez iniciado el proceso de expropiación, Toledo tardó en convocar a sus socios a revisar y platicar del tema, al parecer la transparencia y rendición de cuentas a los socios del Club no son lo suyo.
 
Llegó a tal grado su pasividad y falta de liderazgo que los colonos aledaños al Club decidieron defender esta causa convocando a una manifestación. Y nuevamente se mostró la falta de iniciativa de Toledo, ya que tampoco convocó unirse a este acto que ajenos estaban organizando a favor de la defensa de la propiedad privada del club que él preside. 

 Además de esto, unos días antes de la manifestación mandó un comunicado a sus socios diciéndoles que su compañero consejero Andrés Luján y él estaban en negociaciones con el Gobierno Estatal y que todo se arreglaría.

La molestia de los socios del Club ha sido evidente, no se informó previo a la reunión y nadie sabe bien qué fue lo que negociaron. Al Campestre le asiste la razón y el derecho, entonces no hay nada que negociar con un hombre que los ha difamado con mentiras, los ha ofendido y agredido.

Hoy, los socios se preguntan ¿qué negociaron? o si el actual gobierno del Estado pidió a Toledo y Luján desanimar la marcha, o por qué saliendo de su negociación hicieron eso.
 Queda en el aire cuál es el objetivo de la negociación que insiste en llevar a cabo su presidente, si contrario a lo que dice el Estatal, el Club no debe predial, no debe servicios, ya se demostró que su campo de golf es público, aunado a que no existe duda que el Club es dueño del predio.

También ha quedado claro, que el Campestre no es una cantina, que la mayoría de los socios son gente de bien y que son personas que, como empresarios y profesionistas, contribuyen de diferentes maneras a causas sociales en su ciudad.

Es por todo esto que  los socios se preguntan: ¿por qué el presidente del Club insiste en platicar, en negociar con quien ha difamado, insultado y agredido al club?

Es importante mencionar que una autoridad jurisdiccional ya falló a favor del Club, suspendiendo la continuidad de la expropiación por lo que no es necesaria la actitud timorata y de tapete de Gastón Toledo ante el Gobierno del Estado.

Dentro de las respuestas que algunas personas le dan a estas preguntas es que la hija de Toledo, María Fernanda Toledo Lelevier (directora del Instituto Municipal contra las Adicciones)y su esposa Ivette Lelevier Grijalva trabajan en gobiernos municipales morenistas de Tijuana y de Ensenada respectivamente o ¿habrá alguna otra razón o intereses personales que aún no sabemos?

Estas actitudes  entre las ramas de Toledo se han considerado por algunos socios como una traición al Club. De lo que no queda duda es que sí ha traicionado a Arturo González Cruz ex presidente municipal de Tijuana y quien lo posicionó en la presidencia del Campestre, ya que negocia con su enemigo acérrimo.

VIDEO: Militares alrededor del Campestre