En México, muchos jóvenes se encuentran en una posición de precariedad, una violencia sistémica por parte del Estado los ha dejado sin oportunidades, les ha quitado el acceso a la educación, a la salud, a los servicios básicos. Esta gestión de la violencia radica en marginación, desigualdad y muchas veces estos mismos jóvenes – y niños – se ven obligados a crear autodefensas para saciar el abandono estatal, como sucede actualmente en Guerrero.
Lo que sucede hoy es prueba de un gobierno que no es útil, un gobierno que ha prolongado la miseria hasta límites intolerables. Jóvenes que en lugar de continuar con sus estudios son reclutados por las universidades del crimen, es muestra patente que la violencia visceral no ha quedado en Tlatelolco, se extiende hasta nuestro presente y se deforma en la cotidianidad.
Jaime Martínez Veloz, quien disputa el V Distrito de Tijuana por la alianza “Va por Baja California”, conformada por los partidos PRI, PAN y PRD, sostiene que sin rebeldía no hay cambio. Su trayectoria en otros territorios de la República lo dotan de experiencia y lo hacen capaz de ubicar los problemas que yacen en el núcleo los cuales se repiten en cada Estado y que exigen una solución integral, que aplicándose a nivel nacional pueda poco a poco sanar los tejidos, recuperar la seguridad y hacer que los jóvenes puedan funcionar en un país que los toma en cuenta, y que los integra en la construcción de una nueva política.
Para ello, Veloz propone la Ley Nacional de la Juventud, entre sus puntos más importantes destacan: el establecimiento de derechos fundamentales y deberes de los jóvenes, la creación de un Sistema Nacional de la Juventud y un Congreso Nacional de la Juventud, la posibilidad de que los jóvenes participen en la formulación de los planes de estudio, y la vinculación de dichos planes con el sector público, productivo y las comunidades populares indígenas y rurales, la creación de un Sistema Nacional de Becas Estudiantiles (SUBE), la propuesta de que la educación media superior sea obligatoria en el Estado y que la educación sea gratuita hasta el grado doctoral.
Sin duda alguna lo más importante de la propuesta es la integración de los jóvenes en la política. Veloz disputa un lugar en la ciudad de Tijuana, caracterizada por su violencia, la Ley Nacional de la Juventud plantea un momento de oportunidad, de cambio, de sanación, y eso solamente puede gestarse desterrando la pésima gobernabilidad en que México se ve sumido hoy.
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En la siguiente liga pueden leer más sobre la propuesta de Veloz.
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