El futuro de la industria del café ha llegado con una innovadora manera de prepararlo y no todos están listos para verlo.
Se trata de “Café X” una cafetería quiosco operada completamente por un robot y prácticamente sin asistencia humana.
El concepto fue creador por Henry Hu, un estudiante universitario de 23 años al que se le ocurrió la idea tras esperar mucho tiempo en línea para comprar un café.
El local funciona de forma automatizada y puede hacer hasta 120 bebidas por hora. Cafés americanos, lattes, cappuccinos, matchas, chocolates, chais y otras bebidas de especialidad pueden ser servidas en el local con granos de calidad y un sabor único.
Al llegar a “Café X”, los clientes deben escoger en una tablet la bebida de su preferencia con el tipo de grano y la cantidad de leche deseada, para posteriormente pagar en la terminal con tarjeta de crédito.
El brazo mecánico del robot que está atendiendo el local se encuentra dentro de un contenedor con una ventana de plexiglás donde las personas pueden observar cómo prepara las bebidas con una agilidad sorprendente.
Dentro de este panorama, lo cierto es que al final del día, una persona debe acudir al quiosco para rellenar los granos de café y limpiar la unidad.
“Café X” representa una gran ventaja sobre lo convencional pues prescinde de los problemas que conlleva el reclutamiento, entrenamiento y retención de baristas, lo cual es un reto para los negocios actuales y les resulta caro ya que muchos empleados solo buscan trabajo temporal y renuncian al poco tiempo.
"Café X" también ofrece el beneficio de poder trasladar el quiosco a una nueva ubicación según se requiera.
A su vez, existe un mayor control de higiene, pues de la manera tradicional múltiples manos tocan el producto del cliente o manejan dinero en espacios abiertos, incrementando el riesgo de infecciones virales para los consumidores y el staff.
La compañía aseguró que nadie quiere un café que se vende en una maquina tradicional de café pues generalmente sirven bebidas de baja calidad, están mal diseñadas, ocultan el proceso de elaboración y tienen menú limitado, por lo que “Café X” representa una solución para ello.
Habiendo colocado su primera máquina en el aeropuerto de San Francisco a principios del 2020 “Café X” se dio cuenta que su quiosco vendió 3 veces más que una máquina de café tradicional.
El costo por un café va desde los 3.50 hasta los 5 dólares, lo cual está dentro del margen de precios que se manejan en las cafeterías comunes.
Sin embargo, el precio para adquirir un quiosco de “Café X” podría llevar a muchos a caerse de espaldas, pues supera los 200 mil dólares. Las ganancias estimadas anuales oscilan entre los 300 mil y 350 mil dólares.
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