“Lo difícil no es llegar, sino mantenerse”, es una popular frase que cae “como anillo al dedo” a la administración pública de Arturo González Cruz, como presidente municipal de Tijuana.
Y es que el hasta hoy alcalde de esta ciudad fronteriza, llegó a esa posición con las cartas a su favor para realizar un buen papel al frente de la administración municipal, siendo un destacado y exitoso empresario.
El expresidente de Canaco (en 1999), tuvo la mesa puesta con el apoyo de amigos y personalidades que se sumaron a su proyecto, el cual le deparaba un constante crecimiento político en Baja California, así como posible aparición en las boletas electorales de junio 2021.
Pero al parecer el también expresidente del Club Campestre se empachó de poder, dejándose influenciar por personas que desconocen los caminos de la política, al no seleccionar buenos asesores, perdió piso y olvidó que su función era velar por el bienestar y los intereses de los tijuanenses.
Es difícil entender cómo, tiendo todas las facilidades para engrandecer su carrera política, en sólo unos meses Arturo González Cruz dañó tanto su imagen al grado de terminar con su vida política en un abrir y cerrar de ojos .
Atentamente,
Lupita Sandoval.
Presidente de la Asociación de Transportistas Independiente de Baja California
Nota publicada originalmente en la sección de Cartaz del Semanario Zeta.
Arturo González Cruz habla sobre "ataques"
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