Cada edición de los premios Óscar nos regresa a un ambiente que conocemos a la perfección. Las películas que cumplen con los parámetros que suelen ser del agrado de la Academia están allí y tampoco faltan los actores que interpretan ciertos tipos de roles que suelen ser amados por los miembros de la Academia. Palabras como biopic se repiten hasta el cansancio, y a veces parece ser que algunos nominados repiten por el puro gusto de quienes les dan las nominaciones. En los Óscar es común encontrarnos con puntos ciegos para quienes están detrás de la ceremonia. La diversidad es uno muy importante y no por llenar una cuota para complacer a un sector, sino porque muchas veces son personas de color, razas y etnias diferentes las que se ven opacadas injustamente.
El otro punto ciego tiene que ver con el género de una película. Desde siempre, las premiaciones a lo mejor del cine han creído que una buena película solamente puede ser un drama. Pero ¿qué ocurre cuando sucede lo opuesto? Aquí es cuando venimos a decir que a la Academia le vendría bien algo de horror, al menos de vez en cuando. Cintas de este tipo suelen ser mejor recibidas por los críticos y el público, pero en cuanto se refiere a los Óscar es como si no existieran. En los últimos años hemos visto, entre otros títulos, a Nosotros y El Legado del Diablo ser criminalmente ignorados, aún teniendo grandes actuaciones que al menos merecían una nominación en las categorías de actuación.
Sin embargo, esta práctica no es nada nueva. El cine de horror nos ha dejado varias joyas desde hace algunos años, como El Bebé de Rosemary y Psicosis que, está bien, no estamos diciendo que debían darles una nominación en todo, pero sí que reconozcan el arduo trabajo de sus actores que en más de una ocasión han demostrado que pueden superar al de sus colegas en producciones de otros estilos. El género permanece como uno de los que más “dificultades” tiene para ganarse el reconocimiento que merece. Nunca entenderemos el miedo de la Academia por este género, donde muchos actores y actrices han encontrado roles más desafiantes que les permiten aportar más de su talento y creatividad en la pantalla grande.
Tampoco queremos decir que ninguno de los anteriores actores que han recibido nominaciones o premios por su trabajo no lo merezca, pero sí que en los Óscar se toman muy pocos riesgos y a la larga terminan influyendo en las opciones que tienen otras películas en el futuro, puesto que se ha vuelto una costumbre que ciertos tropos o géneros pasen desapercibidos de forma automática. Y, después de todo, entre lo que se considera horror sí se han hecho excepciones como la estatuilla a Jodie Foster por El Silencio de los Inocentes o Kathy Bates en Miseria
Estas son las interpretaciones en el género de horror que creemos deberían haber ganado un Óscar:
Betty Gabriel - ¡Huye!
El filme ¡Huye! de Jordan Peele tiene algunos momentos inolvidables, pero es la presencia de una actriz en particular la que aún nos da pesadillas. Betty Gabriel ni siquiera apareció tanto en pantalla como sus compañeros de elenco, pero tiene una de las más sólidas y perturbadoras actuaciones en el papel de Georgina, ama de llaves de la familia protagonista; solamente esa escena en la dice “no” repetidamente es digna de -al menos- una nominación a Mejor Actriz de reparto.
Mia Farrow - El bebé de Rosemary
De manera asombrosa, lo que consiguió Mia Farrow en El Bebé de Rosemary fue una actuación tan fuerte que hace al espectador sentir por lo que está pasando su personaje. Pero al mismo tiempo destaca por verse encantadora y frágil; perfecta para el papel de Rosemary Woodhouse. Solamente sus expresiones de horror ya merecían un Óscar y a pesar de que en su momento fue vista como una candidata para la estatuilla, pero fue ignorada. Lo irónico es que Ruth Gordon, como Minnie Castevet, ganó como Mejor Actriz de reparto por la misma película.
Toni Collette - El Legado del Diablo
La actriz Toni Collette dio la vuelta al papel tradicional de una madre afligida, en sentido figurado y literal. Collette aportó al papel un conocimiento claro de los tropos de terror tradicionales, subvirtiéndolos para mantener al público incómodo y para explorar más a fondo el viaje de su personaje desde el desaliento al dolor y la angustia. Es una interpretación la que eleva a El Legado del Diablo y además nos dejó con algunas de las escenas más terroríficas del cine de los últimos años.
Anthony Perkins - Psicosis
Antes de interpretar a Norman Bates en Psicosis, era una estrella de cine prometedora. En el cine hemos visto tantas malas imitaciones de la actuación de Anthony Perkins que es fácil pasar por alto lo bueno que es en el papel. Era tan perfecto como Norman que, aunque nadie lo hubiese imaginado como algo posible, pasó el resto de su carrera encasillado. Al menos una nominación al Óscar podría haber recibido luego de eso, pero nunca sucedió.
Lupita Nyong’o - Nosotros
En 2019, la ganadora del Óscar Lupita Nyong'o dio una actuación doblemente aterradora (en el buen sentido) cuando interpretó a Red, en el filme Nosotros de Jordan Peele. Esta actriz no solo usa sus gestos ni repite sus líneas como lo haría cualquier otra en su lugar, sino que perfeccionó su voz para poder producir el escalofriante y ronco discurso de la escalofriante protagonista. Su actuación es clave para el éxito de la película en todos los sentidos.
John Goodman - Avenida Cloverfield 10
A pesar de tener una extensa y excelente carrera, muchos lo siguen viendo como Pedro Picapiedras. Pues John Goodman es mucho más que ese rol y en Avenida Cloverfield 10 entregó una de sus mejores actuaciones en los últimos años. Siempre será convincente en este papel de un hombre que jura que afuera de donde está escondido hay una invasión alienígena. Es intenso y aterrador ver cómo su personaje está dispuesto a pelear contra cualquiera que intente cuestionar la verdad que clama, y en general es una increíble interpretación.
Bruce Willis - Sexto Sentido
Mientras sus compañeros de elenco celebraban sus nominaciones al Óscar, Bruce Willis tuvo que quedarse con los brazos cruzados. Es ilógico que el protagonista haya sido completamente ignorado por la Academia y más cuando no faltaban razones para que reciba el reconocimiento. Willis es un actor que en general es asociado con películas de dudosa calidad, pero esta es una de las mejores o quizás la que está en la cima. Su interpretación en El Sexto Sentido es simplemente magnífica e inolvidable, así que no entendemos lo que ocurrió para que la dejaran pasar.
Nicole Kidman - Los Otros
Una de las mejores actuaciones en el cine de Alejandro Amenábar es definitivamente la de Nicole Kidman en Los Otros. Es cierto que ha tenido papeles más vistosos en otras, pero en esta historia en la que interpreta a una madre soltera neurótica, criando a dos hijos aparentemente problemáticos mientras su esposo está luchando en la Segunda Guerra Mundial es excelente y se lleva consigo toda la película.
Will Smith - Soy Leyenda
Will Smith interpretó a un superviviente solitario en una ciudad de Nueva York postapocalíptica en el filme Soy Leyenda. Durante el desarrollo de esta película se consideró a más actores, pero ninguno podría haber capturado el drama de ser el único en una ciudad en ruinas (ni hacer que nos interese tanto su mascota) de la misma forma que él y sin embargo ni siquiera fue nominado a un Óscar.
Christian Bale - Psicópata Americano
Este clásico de culto vale la pena por sí mismo, pero hay que reconocer que la interpretación de Christian Bale es en gran parte la razón por la cual Psicópata Americano aún resuena. Aunque también es una de las entradas de esta lista que podría generar debate sobre si es o no una película de terror, nos quedamos con el inquietante Patrick Bateman, cuyo comportamiento está radicalmente apartado de cualquier experiencia relacionada con la cotidianidad o con la cual podamos sentir empatía.
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