MEXICO.- El gobierno mexicano utiliza la estrategia de la novia indecisa para hacer tiempo y no decir ni sí, ni no, a los clubes de oriundos en Estados Unidos.
No quiere desilusionar a los migrantes mexicanos sobre el eminente fin del Programa 3×1 que ayudaba a sus comunidades de origen con proyectos de desarrollo con presupuesto proporcional de los paisanos y los gobiernos estatal y federal, pero tampoco les da muchas esperanzas.
Más bien, parece que los está preparando sicológicamente para la estocada, denunciaron líderes de federaciones que han hecho del programa una forma de cohesión social en EU para no olvidarse de México.
“La subsecretaria del programa, Adriana Montiel, nos dijo textualmente que la novia lo está pensando, que en la Secretaría de Bienestar están esperando a ver si el Presidente Andrés Manuel López Obrador cambia de mentalidad porque no quiere saber nada de organizaciones sociales que piden dinero”, comentó Efraín Jiménez, coordinador nacional del Consejo de Organizaciones Zacateanas en Estados Unidos tras una reunión con las autoridades.
“Nosotros les dijimos que no pedimos dinero, que estamos dando el 25% para ayudar a hacer lo que el gobierno debería hacer por sí mismo: apoyar a las comunidades expulsoras de migrantes, pero la respuesta fue la misma: no somos prioridad”.
La urgencia, dejaron claro los funcionarios, son los “hermanos centroamericanos” y la idea es pasar el dinero del 3×1 para ayuda humanitaria, precisó Jiménez. “De hecho, ya lo hicieron con una parte”.
La ecuación para lograr traspasar toda la plata es sencilla: que el programa caiga en un “subejercicio”. Esto es, evitar que se use el dinero etiquetado en el Presupuesto de Egresos de la Federación porque, por ley, si se ejerce antes del 30 de junio, los recoge la Secretaría de Hacienday una vez concentrados en ésta, el uso del recurso queda a discreción del presidente.
En resumen: los 270 millones de pesos (unos 13.5 millones de dólares) podría usarlos AMLO a su criterio.
Por ello, los líderes coinciden en que las largas para registrar sus proyectos es una especie de plan con maña. Ya lo veían venir desde que desapareció el programa del PEF en enero pasado, pero, por presión de los líderes (viajaron desde EU reiteradamente), se logró asignar los 270 millones de pesos.
Las reglas de operación se publicaron en febrero, pero el gobierno nunca abrió el sistema para que los migrantes mexicanos se registraran los proyectos.
“Nos citaron hasta el pasado lunes, cuando faltan 15 días para caer en el subjercicio y tenemos que entregar miles de documentos, o sea, que es una forma de manipulación deliberada: lo que quieren decir es: no te cancelo el programa pero no te dejo acceder a él”, observó Hugo López Salazar, del Centro de Atención y Desarrollo Integral al Migrante de Michoacán quien estuvo en el encuentro. “Estamos analizando alguna estrategia legal”.
Hasta el momento el gobierno mexicano no ha fijado su postura. Se sabe por los clubes de oriundos que se realizan auditorias al programa hasta cinco años atrás, pero oficialmente no hay declaraciones. Ni acusaciones o razones que justifiquen la cancelación del programa.
Mientras tanto, los clubes se dicen sorprendidos. Efraín Jiménez resume así la relación con el nuevo gobierno: “La 4T nos dio la espalda a los mexicanos en EU: primero recortó dinero a los consulados, luego cerró las oficinas el Programa Paisano y ahora esta manipulación del 3×1 además de que estamos sólo en media hoja del Plan Nacional de Desarrollo”.
*Con información de La Opinión.
editorial@sandiegored.com
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