En medio de su agenda y hoja de ruta en relación de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, el gobierno de Donald J. Trump anunciaría medidas que aludirían nuevamente al mercado de la tecnología, interponiendo a los videojuegos una principal traba con aquellos dispositivos fabricados en el país asiático y que se comercialicen dentro del territorio americano.
Un documento publicado oficial publicado hace escasos días atrás por la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR), habría consignado que la administración republicana estaría en vías de interponer un impuesto de hasta el 25% por sobre el valor de las consolas, solo por ser importadas desde China.
No debería ser un misterio para nadie, que las más grandes industrias a nivel internacional con sus cuarteles centrales en USA desde hace décadas atrás han utilizado a China como su medio oficial de producción, destacando por ejemplo a Chevrolet, Apple, Nintendo, Microsoft y Sony, por mencionar algunos mercados diversos.
Con un impuesto actual que solo llega hasta el 10% del valor agregado, el gobierno estaría tomando la decisión de modificar la Sección 301 de los actos, políticas y prácticas del Gobierno de China relacionados con la transferencia de tecnología y la propiedad intelectual, y la innovación.
"La modificación propuesta es tomar medidas adicionales en forma de un derecho al valor en adicional de hasta el 25 por ciento sobre los productos de China, con un valor comercial anual de aproximadamente 300 mil millones de dólares", aseguró la administración en su escrito oficial.
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