El estado de Texas ha tomado un paso significativo al ofrecer un terreno en el condado de Starr, ubicado cerca del Río Grande Valley, al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Esta propiedad, recientemente adquirida por Texas, estaría destinada a ser utilizada como una instalación para la coordinación de deportaciones masivas.

Una propuesta para reforzar las políticas fronterizas

Dawn Buckingham, comisionada de Tierras de Texas, envió una carta oficial a Donald Trump extendiendo la oferta de los 1,400 acres (566 hectáreas) de terreno. Según Buckingham, este espacio sería clave para construir un centro de procesamiento y detención que facilite lo que describió como "la mayor deportación de criminales violentos en la historia de Estados Unidos".

El respaldo de Texas no es inesperado, ya que los líderes del estado han apoyado consistentemente políticas estrictas para reducir los cruces ilegales en la frontera con México. La administración entrante de Trump ha prometido que las deportaciones masivas comenzarán el primer día de su presidencia, siguiendo las propuestas que lo llevaron a ganar popularidad durante las elecciones de 2024.

Reacciones y contraste con otras jurisdicciones

Mientras Texas avanza con estas iniciativas, otras regiones del país han adoptado posturas opuestas. Esta semana, el concejo municipal de Los Ángeles votó para convertirse en una jurisdicción "santuario", limitando su cooperación con las autoridades federales de inmigración para llevar a cabo deportaciones.

Actualmente, se estima que hay más de 11 millones de personas sin permiso legal en Estados Unidos. A pesar de los planes de deportación masiva, surgen preguntas sobre cómo se identificarán a estas personas y dónde serán detenidas, lo que podría presentar desafíos logísticos y legales para la próxima administración. Este contraste entre estados solo muestra la división en la aceptación políticas migratorias propuestas por una futura administración y muestra a Texas como un fuerte aliado en la implementación de las medidas de Trump.