El 22 de diciembre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su compromiso de designar a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas extranjeras” tan pronto asuma la presidencia en enero, una medida que podría tener profundas repercusiones políticas, comerciales y económicas.

Trump justificó la designación mencionando las amenazas a la seguridad nacional que representan los cárteles, como el tráfico de drogas, migrantes y el fentanilo. Además, subrayó la creciente violencia relacionada con el cártel de Sinaloa y otros grupos, especialmente en la frontera sur de Estados Unidos.

Implicaciones para la soberanía de México

Desde el lado mexicano, la propuesta ha sido rechazada de manera firme por autoridades como Marcelo Ebrard, Secretario de Economía, quien destacó que México no aceptará ninguna acción que vulnere su soberanía nacional.

La posibilidad de que EE.UU. declare a los cárteles como organizaciones terroristas podría desencadenar tensiones diplomáticas, especialmente si esta medida abre la puerta a intervenciones unilaterales en el territorio mexicano, esto ha sido señalado por la propia presidenta de México, Claudia Sheinbaum, como una grave amenaza para la autonomía del país.

Proceso de designación y consecuencias legales

Según explicaron expertos a BBC News, la clasificación de un grupo como "terrorista" en Estados Unidos no es automática y debe pasar por un proceso formal.

El Departamento de Estado y la Oficina de Control de Activos Extranjeros tienen la autoridad para designar una organización como terrorista, pero dicha decisión es altamente política y depende de las circunstancias en cada caso. En este sentido, el experto Mauricio Meschoulam comentó para el medio de comunicación, que una vez que los cárteles sean designados como terroristas, quienes colaboren con ellos, como vendedores de drogas y otros actores en la cadena de distribución, podrían enfrentarse a severas consecuencias legales.

Además, cualquier activo vinculado a estos grupos podría ser congelado, y sus miembros podrían ser deportados de Estados Unidos o incluso bloqueados en otras transacciones financieras, como también señalaron los analistas en un reporte de BBC Mundo.

Riesgos de polarización y efectos económicos en México

La designación de los cárteles como terroristas también traería consigo efectos negativos en la economía y la política interna de México.

De acuerdo con los analistas citados por Expansión, esta medida podría generar una mayor polarización social y política dentro del país, dado el rechazo a la intervención extranjera en los asuntos internos de México.

Jesús Gallegos Olvera, experto en Relaciones Internacionales, advirtió que, aunque no se espera una intervención militar inmediata de Estados Unidos, esta medida podría facilitar la llegada de asesores o equipos de inteligencia estadounidenses, lo que agravaría la desconfianza y la división social dentro de México.

Además, se anticipa que las relaciones económicas entre ambos países se verían afectadas, ya que la designación podría llevar a investigaciones sobre empresas mexicanas con vínculos con los cárteles, como señaló Carlos Bravo Regidor, analista político de Expansión, esto podría perjudicar la estabilidad política y económica, además de alejar la inversión extranjera en el país.

Posibles intervenciones y consecuencias internacionales

Esta designación podría permitir a Estados Unidos desplegar recursos de seguridad y, en el peor de los casos, intervenir directamente en México bajo la justificación de luchar contra el terrorismo, lo que tendría implicaciones aún más serias para la soberanía nacional.

La idea de declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, aunque no es nueva, ya que había sido planteada previamente por el presidente electo Donald Trump, sí que podría generar complicaciones significativas en la relación bilateral entre México y Estados Unidos.

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