El Periódico Oficial del Estado en una reciente publicación dio a conocer las reformas para sancionar a quien interprete o reproduzca “narco-corridos” en espectáculos masivos o centros de convivencia, como bares.

Fue en la más reciente Sesión Extraordinario de Cabildo en Tijuana llevada a cabo el 8 de noviembre de 2023 que se tomó un acuerdo en donde se destaca a Tijuana como la ciudad más poblada de México y su importante papel en la frontera de Estados Unidos.

Por esta razón, se reconoció la necesidad de implementar y abordar temas de seguridad, paz social y órden público, conforme al artículo 115 de la Constitución en donde se destaca la obligación de cumplir la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la Ley de la Juventud, la Ley para la Protección y Defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, y la Ley de Movilidad Sustentable y Transporte.

Incluso en su artículo 152 se indica lo siguiente:

“Se sancionará con multa por el equivalente de 6,000 a 12,000 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización vigente, a quien transmita, exhiba, exponga, interprete y reproduzca música, videos, imágenes, o cualquier otro similar que promueva la cultura de la violencia o haga apología al delito o de los autores de hechos ilícitos en la presentación de espectáculos y diversiones públicas”

Recordemos que anteriormente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos intentó reclamar la invalidez de dicha normativa al considerarla inconstitucional por las afectaciones que podría tener al ejercicio de la libertad de expresión, sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) argumentó que esta imposición era necesaria para proteger la moral y el orden público.

Además, las autoridades de la SCJN afirmó que este decreto favorece a que en espacios de transporte público los operadores no sean responsables de contribuir, promover o exponer a usuarios para normalizar actos de violencia a través de la reproducción de material discográfico.

Es así que finalizan el nuevo artículo concluyendo que esta medida es idónea para priorizar la protección de una cultura basada en la paz y la no violencia, al tiempo en que promueve un ambiente de respeto, cordialidad y seguridad en chicos y grandes, así como valores, actitudes y comportamientos que reflejan e inspiran la interacción social basadas en los principios de libertad, igualdad, respeto a los derechos humanos y solidaridad.

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