Las conexiones que las personas generan con los animales es inigualable, en donde las personalidades se complementan y solamente “entre ellos se entienden”; sin embargo, el tener que despedirse de ese animal, por la razón que sea, es de las cosas más difíciles.

Un migrante venezolano temía tener que separarse para siempre de su ardilla mascota Niko, con la cual viajó 5 mil kilómetros hasta Matamoros, Tamaulipas, una ciudad que colinda con Brownsville, Texas, para cumplir "el sueño americano".

Hombre temía tener que separarse de su ardilla

Yenson, de 23 años; había viajado una larga distancia con su ardilla, pero al momento de llegar a la frontera, tenía miedo de que no se le permitiera la entrada a Estados Unidos a su compañera de 4 patitas, a la cual se rehusó a dejar con su familia en Venezuela cuando emprendió su viaje.

Aseguró que al momento de llegar a la zona fronteriza se sentía desconsolado con solo pensar en tener que dejar a Niko atrás para así cruzar la frontera en busca de una mejor oportunidad de vida. Yenson cargó con Niko escondido en su mochila cuando viajaban en autobuses y pasaban las zonas de inspección en México, en una ocasión, uno de los conductores descubrió a la ardilla, Yenson vendió su celular por aproximadamente $30 dólares ($530.80 pesos) para pagar y que su mascota pudiera seguir con él a bordo.

A pesar de todo lo que han pasado, lograron cumplir su sueño

Yenson encontró a Niko un día en el que casi pisaba a la pequeña ardilla de apenas unos días de nacida, desde esa ocasión cuidó de ella alimentándola con frutos hasta el punto en el que ahora son inseparables, ambos viven en una casa de campaña en Matamoros desde hace 6 meses que llegaron, donde Yenson ganaba dinero cortando el pelo junto a su “cuarto”, pero finalmente pudo entrar a Estados Unidos por medio de una cita para solicitar asilo, la cual fue aprobada.

Glady Canas, directora de la organización no gubernamental “Ayudándoles A Triunfar”, les ayudó a ponerlos en contacto con un veterinario para que se documentaran todas las vacunas de la ardilla; de igual manera, antes de la cita para el papeleo de Yenson, ella fue quien se encargó de cuidar de Niko en su oficina, mientras ambos amigos soñaban con reencontrarse.

La ardilla fue transportada al otro lado de la frontera con los certificados médicos necesarios, así como su propio pasaporte, y fue unas horas después que finalmente se reencontró felizmente con su dueño, una vez que su ingreso al país vecino fue aprobado.

Hay una conexión entre él y la ardilla, tanta que prefirió llevársela consigo a dejarla con su familia en Venezuela y enfrentarse a los peligros que conlleva el viaje migratorio… Se infundieron valor mutuamente", aseguró Canas.

En caso de que la separación fuera inminente, Yenson aseguró que ambos “se hubieran puesto mal del corazón”; sin embargo, esta historia terminó con un final feliz, teniendo a estos dos seres inseparables juntos de nuevo, cumpliendo su sueño tras pasar por diversas dificultades y atravesando 7 países en su travesía.

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