Pietro La Greca Jr. nació en San Diego California, pero toda su vida creció en Tijuana. Durante su adolescencia se enteró que su padre, Pietro La Greca, un hombre italiano influyente que se ganó el apodo de “Don Corleone mexicano”, se dedicaba a negocios turbios lavando dinero para políticos corruptos y el narcotráfico.

Esta historia es contada en el libro “Pesos: The Rise and Fall of a Border Family”, y por primera vez el autor abre su corazón para relatar los duros momentos que atravesó su familia en la frontera, rodeados de peligros y persecuciones producto de la avaricia y el dinero, no solo de su padre sino de su tío, al cual el crimen organizado le arrebató la vida.

En entrevista exclusiva para San Diego Red, Pietro La Greca Jr. desde su residencia en San Diego nos habló de los motivos que lo orillaron a lanzar este trepidante relato:

Lo primero es que murió mi papá. Él no era una persona muy buena, así que tenía la seguridad de que nada malo me iba a pasar a mí o a mi familia. Luego conocí a un a un señor que estaba metido en Hollywood, y un día en la casa de un amigo le conté mi historia, entonces dijo: ‘¿sabes qué? necesitamos hacer un proyecto sobre esto’.

La vida criminal de Pietro La Greca padre subió un escalón en 1983 cuando el peso se devaluó, y tras haber realizado algunos fraudes con el gobierno decidió abrir casas de cambio en San Diego. El empresario llegó a tener 14 en total a lo largo de la frontera, por lo que pasaría a ser conocido como “El Rey del Peso”.

Tenía clientes como López Portillo y gente de todo tipo. Los impuestos que la gente pagaba en el cambio de peso a dólar, en el caso de más de 10 mil dólares, era mucho dinero, y es cuando mi papá aprendió a lavar dinero cambiando los dólares a mejor taza sin impuestos con mercancía que no existía; algo llamado ‘dólares controlados’. Este negocio lo hizo con mi abuelo que poseía una agencia de importación y exportación y con quien mi padre no se llevaba muy bien.

Varios años antes el “Don Corleone mexicano” había abierto una tienda de ropa para mujeres en Tijuana llamada Portofino, donde conoció a la madre de Pietro La Greca Jr. y se enamoraron. A pesar de una diferencia de 20 años contrajeron matrimonio. Al tiempo, a la tienda no le fue muy bien, por lo que Pietro La Greca padre decidió quemar el establecimiento para cobrar el seguro, esto en colusión con el jefe de bomberos, la policía y el agente de seguros, este fraude lo llegaron a realizar en tres ocasiones más.

Pero vayamos al inicio. Pietro La Greca Jr. habló sobre su infancia, recordando cómo creció rodeado de amor gracias a su madre y su abuelo, pero nunca fue cercano a su padre.

Mi padre y yo nunca tuvimos buena relación porque no pasábamos mucho tiempo juntos. Él se la pasaba con sus amigos y en la oficina tratando de hacer sus propios negocios. Yo me la pasaba con mi mamá, en la escuela y con mi abuelo los fines de semana en un rancho en Tijuana. Él era mi mejor amigo, quien me enseñó todo sobre la vida, lo amaba con todo mi corazón.

Al cabo de unos años la policía federal arrestó a su abuelo y lo mantuvo preso por casi 8 meses. Al enterarse de esto, a Pietro La Greca Jr. se le abrieron los ojos.

Yo tenía como 12 o 13 años. Estábamos en Fashion Valley, mi abuela, mi mamá y yo. Como mi papá estaba cambiando mucho dinero, teníamos un equipo de seguridad y nos llevaron a la casa de Coronado y ahí fui donde me di cuenta de todo, de que yo estaba en una familia medio ilegal y corrupta.

Debido a esto Pietro La Greca Jr. y su familia se mudaron al este de los Estados Unidos, estando tanto en Florida como en Nueva York, hospedándose desde en hoteles lujosos hasta moteles, pues Pietro La Greca padre temía que el gobierno fuera a agarrar a su hijo para llevarlo a México y así capturarlo a él.

El principio de la pesadilla ocurrió cuando su tío Fernando y Pietro La Greca decidieron construir un fraccionamiento en Rosarito llamado San Fernando.

Mi papá tenía contacto con todos los bancos en Estados Unidos y recibieron un préstamo de 30 millones de dólares, pero mi tío se gastó todo el dinero y por eso ambos se metieron en pleitos. Luego mi tío pidió un préstamo de los Arellano Félix.

El autor contó cómo su abuelo, de la impresión, murió de un paro cardiaco la noche en la que se enteró de esto.

Previamente, Pietro La Greca Jr. había estado capacitándose por bastante tiempo para tomar el control de la agencia aduanal de su abuelo. Una vez allí experimentó el momento donde sintió más temor por su vida.

Recuerdo muy bien ese día cuando el FBI llegó a la agencia aduanal y me preguntó: “¿Eres Fernando Gutiérrez?” y yo “No, ese es mi tío… ¿es algo importante”, y me contestan: “Es un tema de vida o muerte”. Ese fue el último día que trabajé en la agencia. No quería ser la siguiente persona que recibiera la bala en la cabeza. Me sentí horrible irme de allí. No regresé. La agencia cae en un año, después de que mi bisabuelo la empezara 60 años antes.

Al poco tiempo en 1996, Fernando, el tío de Pietro La Greca Jr. fue asesinado por el crimen organizado en Coronado.

El proyecto del fraccionamiento que su tío y su padre querían construir en Rosarito quedó abandonado, defraudando a los inversores y compradores; tiempo después cerrarían las casas de cambio con las que su familia obtuvo su fortuna. En ese tiempo, Pietro La Greca Jr. recuerda haber vivido cosas inimaginables.

Llegué a jugar polo con el Príncipe Carlos (hoy rey Carlos), Sylvester Stallone y el escritor Tony Robbins; esto por las influencias de mi tío.

Tras estudiar su maestría en administración de empresas, la vida de Pietro La Greca Jr. daría otro vuelco, pues su madre falleció de cáncer a los 57 años. El joven ya había pasado por las vicisitudes de ser hijo de un criminal, por lo que al límite de su paciencia y sabiendo el sufrimiento que eso implicaba para sus seres queridos, decidió distanciarse de su padre aún más, yéndose a estudiar a Argentina y Hawái por un año. Sin embargo, nunca se imaginó lo que vendría después.

Mi padre y yo estuvimos en un pleito muy feo. Tengo la grabación donde él me dice: ‘Tú cruzas la frontera a México y te pongo en tu tumba’ … a su propio hijo… nada más para que tengas idea de qué tipo de hombre era.

Los fraudes de su padre, especialmente uno relacionado a impuestos con Hacienda, comenzaron a fracasar, y ese fue el principio de la caída.

Cabe resaltar que al intentar vender sin éxito la empresa aduanal familiar, Pietro La Greca padre, ya con 80 años, seguía con la misma actitud, incluso un periodista escribió un artículo cuyo titular decía: “Si quieres conocer la verdadera vida de Don Corleone en México, su nombre es Pietro La Greca y camina por las calles con impunidad”, por lo que nunca pisó un pie en la cárcel u obtuvo castigo alguno por dedicarse al lavado de dinero.

No solo lavó dinero para los políticos y los narcos, sino también para los reporteros de Tijuana. Si él quería que saliera un artículo, ya sea en la frontera o en algún periódico en la Ciudad de México, él podía arruinarle la vida a alguien de un día a otro.

Para concluir la plática, Pietro La Greca Jr. compartió un mensaje muy importante para todos aquellos que lean su historia:

El dinero no es nada, no se preocupen de eso. El amor y la vida son más importantes que nada. Si mi padre no hubiera generado tanto estrés en mi madre por tantos años, quizás ella aún seguiría con vida. Eso me duele tanto porque mi papá nunca entendió el valor de la familia hasta el día en que se murió. Yo prefiero no tener dinero y mejor tener una familia feliz con salud y amor.

El libro “Pesos: The Rise and Fall of a Border Family” ya está disponible en las librerías de Estados Unidos y en Amazon en formato digital. El audiolibro es narrado por el actor Tony Dalton y pronto llegará su edición en español.

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Mira la entrevista completa a continuación: