“¡Abrazos, no balazos!” escribió en su cuenta de Twitter, Acosta Naranjo, “que manera de dañar a las Fuerzas Armadas”.
En un video difundido el día de ayer 16 de junio del actual año, por el político Guadalupe Acosta Naranjo se observa cómo delincuentes agreden a elementos de las Fuerzas Armadas, quienes habían recibido la orden de no actuar contra los incesantes ataques y amenazas.
“!Abrazos, no balazos!” escribió en su cuenta de Twitter, Acosta Naranjo, “que manera de dañar a las Fuerzas Armadas”. Por su parte, el ex-presidente de México criticó la política de AMLO contra la delincuencia organizada. “¡No lo merecen los soldados de México! Además esa orden (no actuar) borra cualquier noción de autoridad y orden. Prevalece la ley del más violento…”
Lo sucedido el día de ayer se suma a una serie de hechos que muestran la impunidad con la que grupos criminales laboran a plena luz del día, amenazando y persiguiendo a elementos del ejército mexicano. Hace aproximadamente un mes se volvió viral un video donde un convoy del ejército debe huir de la comunidad de Nueva Italia, en el estado de Michoacán. Supuestos sicarios del cártel Jalisco Nueva Generación, liderados por El Mencho, habían perseguido por alrededor de 15 minutos a elementos del ejército mexicano. Hasta el día de hoy, ni las autoridades locales ni el gobierno federal han informado sobre alguna detención o estrategia en contra de los criminales.
Hace dos semanas comenzó a circular otro video en las redes, donde grupos de sicarios bailan sin ningún cuidado ni molestias en una boda, celebrada el pasado 7 de mayo del presente año. El evento tuvo lugar en Pueblo Nuevo del municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, zona que controla La familia michoacana.
No debe resultar extraño que la delincuencia organizada crezca desmedidamente, mientras el ejército, por otro lado, se muestre débil y sin liderazgo; la política del presidente parece que ha desmantelado en tres años de gobierno a las Fuerzas Armadas del país. Cuya labor se ha enfocado en la construcción de un aeropuerto, o un tren en la riviera maya. Es decir, que esté siendo utilizado en los absurdos caprichos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las declaraciones del almirante José Rafael Ojeda, titular de la Secretaría de Marina (Semar) resumen lo que ha acontecido en lo que va del año. Durante la mañanera del 10 de junio, declara que ha sucedido por lo menos dos o tres veces dentro de la misma institución, el hurto de uniformes oficiales que son vendidos a los grupos organizados, pero que gracias a su “contrainteligencia” han podido detectar a los presuntos responsables y los han dado de baja, porque meterlos a la cárcel, afirma el almirante, “es muy difícil por cuestiones jurídicas, pero de que se van de la institución, se van”. Seguramente no les faltarán ofertas de trabajo a los elementos dados de baja.
Ese parece ser el rostro de las Fuerzas Armadas de México. Un rostro anémico y desencajado, carente de autoridad, donde no han conocido los “abrazos” de la política del presidente, pero sí, amenazas de balazos y persecuciones por parte del crimen organizado.
Video relacionado: Delincuentes amenazan a las fuerzas armadas
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