Recientemente se ha mencionado que un funcionario anónimo que forma parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) expresó su temor por que el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, se una a la guerra en contra de Ucrania.

El pasado viernes 11 de marzo, el mandatario de Bielorrusia, quien es un país aliado de Rusia, visitó a su homólogo Vladimir Putin con el propósito de discutir temas como la situación con Ucrania y las formas en que sortearán las sanciones impuestas por la OTAN, de acuerdo con un comunicado de prensa emitido por el Kremlin,

Por su parte, Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, reprobó que Lukashenko apoye el actuar del mandatario ruso y declaró a través de un mensaje a la prensa que están tomando medidas con aliados y socios para promover la rendición de cuentas por abusos y violaciones de derechos humanos de Bielorrusia y Rusia, tanto dentro como fuera de sus fronteras.

El presidente de Bielorrusia ha estado bajo sanciones por parte de Estados Unidos desde 2006, sin embargo, las restricciones respecto a su gobierno y la economía de su nación se han endurecido tras la invasión al país ucraniano, pues incluso se anunció su disposición por guardar armas nucleares en su territorio.

Lukashenko permitió también el desplazamiento del ejército ruso por su frontera para invadir Ucrania, además de que se ha ofrecido como zona neutral para que el Kremlin y Kiev realicen mesas de negociación para la paz que hasta el momento no han tenido éxito.

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