La senadora Alejandra del Carmen León Gastélum busca sacar a la totoaba de las especies en peligro de extinción mediante una nueva legislación.

El pez, oriundo del alto Golfo de California, está actualmente protegido por el Gobierno Federal en la Norma Oficial Mexicana NOM-059 debido a que la caza ilegal ha mermado los ejemplares, llevándolos incluso al borde de su desaparición.

No obstante, la senadora alega que, según estudios de la Universidad Autónoma de Baja California e investigaciones de otras entidades educativas, la totoaba ya no es una especie en peligro de extinción pues se reproduce de manera exitosa y constante en criaderos.

Mencionó incluso que el pez se vende para el consumo humano en diversos restaurantes de la Ciudad de México y que no se criminaliza a dichos establecimientos como sí se hace a los pescadores de San Felipe.

La totoaba que se cultiva en granjas de Ensenada, La Paz BCS y San Felipe, es además un ejemplar sumamente demandado por países asiáticos, especialmente en China donde sus consumidores le atribuyen propiedades afrodisiacas, lo que ha llevado a la comercialización “ilegal” de su buche, delito que es perseguido según lo establecido en el código penal.

La propuesta de León Gastelum pretende, por medio de una propuesta en el Senado, sacar al pez de las especies en peligro de extinción para que los pescadores de San Felipe no sean perseguidos por comercializar con la totoaba ya que su reproducción ahora es sustentable.

Aseguró que la iniciativa está detenida debido a que otros senadores, mismos que defienden a la vaquina marina, siguen insistiendo en el argumento de que la totoaba también está en peligro, “cuando no es así”, dijo la senadora.

Otros obstáculos incluyen los constantes cambios en la titularidad de la SEMARNAT, motivo por lo que los trámites para avanzar en el proyecto se han puesto en pausa.

Diversos pescadores se han acercado a la senadora para manifestarle su preocupación y le han entregado los proyectos relacionadas a la totoaba que sustentan la viabilidad de su reproducción.

Especificó que algunas “organizaciones ambientales radicales” han estado malinformando a la sociedad y a los legisladores sobre el peligro de extinción de la totoaba cuando “los datos científicos determinan lo contrario”.