El gobierno de Estados Unidos y más específicamente el de los estados de Arizona y Carolina del Sur están planteándose la idea de utilizar pelotones de fusilamiento y cámaras de gas para ejecutar a prisioneros sentenciados a pena de muerte.
Actualmente hay una escasez de inyecciones letales en el país, lo cual ha llevado a revivir la discusión sobre si los nuevos métodos propuestos son inmorales. Muchos activistas y defensores de los derechos humanos han expresado su indignación por la crueldad del proceso.
Arizona planea utilizar gas de cianuro de hidrógeno, un gas que en su momento utilizaron los nazis para asesinar a prisioneros judíos en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. La última vez que Arizona utilizó gas para una ejecución fue en 1999 pero en aquella ocasión el preso sentenciado tardó 18 minutos en morir.
El analista político republicano Luis Quiñonez dijo:
La persona que ha cometido toda esa clase de crímenes, que merecen la pena capital, francamente han dejado la sociedad totalmente, han dejado la humanidad. Se están comportando como animales rabiosos que no tienen ninguna contribución social actual. Ellos en realidad tomaron decisiones que los llevaron a un punto donde abandonaron la raza humana. Entonces no hay que verlos, hasta cierto punto, como un ser humano.
Aunque la mayoría de los estadounidenses se declara a favor de la pena de muerte, ese número de aceptación ha bajado radicalmente si lo comparamos con el 2016, pues en aquel año el 71% de los encuestados veía al proceso como moralmente aceptable, mientras que en el 2020 solo el 54% lo avala. Los activistas sustentan que ese cambio se sustenta no solo en una evolución moral de la sociedad sino en que las autoridades han utilizado métodos de extrema crueldad incluyendo la experimentación médica.
La activista Helen Prejean ahondó más en el tema:
Las autopsias de más de 200 personas que murieron por inyección letal muestran que tenían líquido en los pulmones debido a las enormes dosis de drogas experimentales que les suministraban, además le dan paralizantes para que no luchen por su vida, están paralizados mientras se ahogan por dentro, afortunadamente la gente está empezando a despertar.
El debate plantea una pregunta imposible: ¿Cuál es el precio de la vida humana?
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Con información de Actualidad RT
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