Agustín Boone González, representante de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), informó sobre un aumento en la descarga de aguas negras hacia el tramo del río Bravo que abarca la región de Nuevo Laredo, municipio ubicado en el estado de Tamaulipas.

Según el funcionario, en los últimos años el índice de contaminación por este tipo de desechos en el ecosistema del río ha incrementado exponencialmente, llegando a registrar 11 descargas diarias, cantidad que supera los 500 litros de aguas negras por segundo.

Estas son vertidas en el cuerpo de agua fronterizo principalmente a través de los arroyos conocidos como ‘El Coyote’,‘Las Alazanas’, ‘La Joya’ y el colector América, así como otros de tamaño más pequeño.

De acuerdo con Boone, la contaminación ha sido causada por la falta de mantenimiento a los colectores por más de 30 años, ya que las lluvias provocaron el colapso de varias de estas tuberías lo que a su vez hace que las aguas residuales terminan siendo depositadas en el río.

El portavoz de la CILA aseguró que se encuentra trabajando en un proyecto de gestión junto con el gobierno de México para darle solución a este problema, mismo que continúa empeorando a cada minuto.

Agregó que la planta tratadora de aguas negras de la zona continúa en servicio, sin embargo, aún no tiene la capacidad necesaria para trabajar, por lo que esperan los 500 litros por segundo que arriban al río para poder seguir con el tratamiento del líquido y evitar la contaminación total del torrente.

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