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Razones por las que Sucker Punch es una película feminista

Esta película de 2011 fue muy criticada por cómo retrataba a las mujeres

Fotografía por: Vía Internet

¿Hay que confiar en la visión de Zack Snyder? El estreno de la La Liga de la Justicia de Zack Snyder - 82% dejó al descubierto la negligencia de Warner al momento de hacer los cortes finales y reveló lo que ya todos sabíamos: que el director no está tan perdido como se cree. El problema no recae entonces en la claridad que él tiene para sus adaptaciones y las temáticas que quiere abarcar con ellas, pero sí recae en sus proyectos originales. Snyder es más conocido por sentirse cómodo con novelas gráficas y cómics que le ayudan a sumergir visualmente al espectador y, de eso, nadie tiene quejas.

Sin embargo, desde el inicio de su carrera, Snyder ha tenido problemas con las ideas originales, siendo El ejército de los muertos - 78% la segunda y más reciente prueba de ello. El primer título que trabajó de esta manera fue Sucker Punch: Mundo Surreal - 24% que se estrenó en 2011 y tuvo un pésimo recibimiento por parte del público y la crítica especializada. La película había generado muchísimas expectativas justamente por ser un trabajo sin antecedentes, pero el resultado final pareciera que dejó la marca en Snyder como un director sólo apto para llevar a la pantalla grande esas historias de héroes de papel.

Pero así como se le han concedido más oportunidades en cuanto al mundo de DC, tal vez es momento de mirar Sucker Punch con otros ojos. La cinta cuenta la historia de Babydoll (Emily Browning), una joven que es encerrada en un psiquiátrico por su padrastro, quien quiere quedarse con su herencia. Durante su estancia en ese horrible lugar, lleno de abusos por parte de los cuidadores, en especial de Blue Jones (Oscar Isaac), la joven se familiariza con otras internas y planea su escape. Como escape mental para sobrellevar todo esto, Babydoll imagina dos mundos distintos, uno donde fue llevada a un prostíbulo para vender su virginidad al mejor postor, y otro donde desempeña tareas heroicas dignas de los cómics o los videojuegos.

Durante la producción y antes del estreno, tanto Snyder como el elenco femenino comentaban lo feminista y subversiva que era la historia, lo que generó mucha emoción entre los fanáticos. Sin embargo, cuando el público vio el corte final no quedaron muy convencidos de la propuesta del director y afirmaron que su “visión feminista” era más bien una excusa para ver a las jóvenes con faldas cortas. Lo cierto es que la película sí es bastante feminista y contiene una clara crítica contra la forma en que se promueve la imagen de la mujer en los medios audiovisuales.

A estas alturas, y con todo lo que sabemos que provocaron los diversos cortes de la productora también en esta cinta habrá que darle el beneficio de la duda a Snyder. Pero si no lo crees, aquí te explicamos las razones por las cuales Sucker Punch sí funciona a pesar de su desastroso final y es un gran ejemplo de lo que el director puede desarrollar si se lo permiten.

Una de las mayores quejas que tiene el público es que no le ve sentido a que Babydoll se imagine todos estos mundos para sobrellevar su camino por el manicomio. Las referencias a Alicia de Alicia en el País de las Maravillas son evidentes hasta con las canciones que utilizan, pero la idea de estos mundos es parte importante para la crítica que hace Snyder y todo tiene que ver con cómo se limita la figura de la mujer en el mundo del entretenimiento que ha fomentado estereotipos por demás conocidos. Llamar a una mujer loca es común, tanto como llamarla zorra o puta, pero a la vez quienes las llaman así idealizan el cuerpo de la mujer como figura de acción que puede combatir contra mil enemigos sin despeinarse, en tacones, luciendo un amplio escote y, si tienen suerte, hasta les regala una visión de su ropa interior.

Estos son los mundos de los que habla Snyder con todo y lo que se espera de cada uno de ellos. El primer mundo, el real, es donde Babydoll es acusada de matar a su hermana menor en un ataque de locura. Para encerrarla sólo basta la palabra del padrastro quien en la introducción se muestra como un violador en potencia, además de un hombre que desea robar el dinero de la familia de la protagonista. El segundo mundo es uno imaginario donde Babydoll llega como el nuevo pedazo de carne a un prostíbulo. Aquí se hace referencia al valor de la virginidad que aún conserva, lo que la hace momentáneamente intocable ante otros hombres que quieren poseerla. En este mundo queda claro cómo los hombres perciben a estas mujeres y cómo buscan someterlas explotando su sexualidad, pero limitándolas en ese mismo aspecto. El último mundo es otro imaginario donde Babydoll se muestra como una mujer más libre y definitivamente poderosa. Aquí tiene una capacidad increíble para luchar, combatir cuerpo a cuerpo, manejar armas y hasta espadas, pero siempre va vestida como colegiala. Este mundo representa las expectativas idealizadas de la mujer imposible, esa que aún en su libertad sigue sirviendo a las necesidades del hombre que la ve con deseo mientras lucha. Cualquier otra visión que exista, donde se pruebe que no está loca, donde su virginidad o la forma en que utilice su sexualidad no importe o donde luche utilizando pantalones, es simplemente inaceptable.

Para dar más énfasis a esto, Snyder utiliza el llamado male gaze o mirada masculina, que básicamente es una forma de decir que, a nivel visual, en las películas y series de televisión se nos presentan a las mujeres según la utilidad que la parte masculina les fije. Por ejemplo, si hablamos de una femme fatal entonces con seguridad la cámara seguirá sus largas y desnudas piernas mientras toma asiento, pero si es una madre de familia la cámara nos la mostrará sin maquillaje y con ropa holgada. Esto es por cómo la mujer sirve a la historia que se cuenta. En el caso de Sucker Punch se maneja casi con ironía. Estamos viendo a un grupo de chicas luchando contra los hombres que abusan de ellas, organizando todo un plan para poder escapar, ¿a qué le vamos a prestar atención?

La forma en que encuadra y hace las tomas Snyder es claramente referencial. Cuando Babydoll está en la institución mental a veces la despersonaliza, no se le ve el rostro o se ve de lejos. En este mundo no es raro que la protagonista además esté a nivel del suelo, siendo observada por aquellos que la someten. En el mundo del prostíbulo se explota la parte sexual. Visten a Babydoll para dar un espectáculo que la asusta, pero aquí encuentra la parte donde el male gaze se utiliza en contra de quienes la observan. En este mundo de transición, la protagonista baila y se nos dice (no se nos muestra) que este baile es tan sexual que literalmente no pueden dejar de verla. Reconocer este don ayudará a las chicas en su plan de escape, además de hacer una declaración evidente sobre la agencia personal femenina.

Finalmente, en el mundo de acción, Babydoll y sus compañeras son unas luchadoras, aquí es donde Snyder aprovecha los clichés de verlas volar con la falda alzada por el viento y haciendo aterrizajes espectaculares (esos de los que Deadpool - 84% se burla tanto), pero al frente siempre está el contexto deprimente de las cosas: chicas abusadas constantemente. El abuso sexual y psicológico, los golpes, las amenazas, una posible lobotomía, todo eso es peor que ir contra dragones o zombis en las trincheras contra los que pelean cómodamente y donde ganan fuerza personal y un poco de paz mental. Es en este nivel donde pueden lidiar mejor con los aspectos más grotescos y peligrosos de su realidad porque los materializan como monstruos que sí pueden derrotar.

Quizás la mejor forma de entender la cinta sea justamente con el nombre. Sucker Punch hace referencia a un golpe sorpresa, un evento violento que no te esperas y Snyder lo logra en dos niveles. Primero con las expectativas ya mencionadas donde la mujer se presenta como el male gaze siempre la ha presentado en el cine, pero con un trasfondo mucho más inquietante, profundo y revelador que cualquier espectador atento puede descifrar. El segundo nivel tiene que ver con el giro final, donde nos dicen que Babydoll no es la protagonista convencional y que su personaje funciona para apoyar la historia de Sweet Pea, interpretada por Abbie Cornish. En la parte final, cuando la propia Babydoll se da cuenta de que ella sirve a alguien más se hace una comparación con la figura del ángel guardián, que en la introducción ya nos habían mostrado, pero lo que Snyder en realidad muestra, más allá de la referencia religiosa, es la importancia de la sororidad. Babydoll y Sweet Pea no tienen que agradarse, quererse o tener una conexión especial; basta con saber que ambas han vivido bajo constante abuso para que una sacrifique su vida por la otra y lo considere justo y necesario.

El mayor problema que tiene la película es la resolución, no necesariamente el giro. Cuando Babydoll se sacrifica por Sweet Pea el guión original la mostraba entregando voluntariamente su virginidad a The High Roller (Jon Hamm), quien en el mundo real es un médico que va a practicarle una lobotomía. La comparación entre la operación que dejará perdida a Babydoll y la posibilidad de una violación en el mundo del prostíbulo se enfatiza mucho, pero en el corte final sólo vemos cómo ella se entrega a un grupo de guardias que cuidan el prostíbulo y cómo la lobotomizan. En una entrevista para The Guardian, Emily Browning aclaró que la escena donde ofrece su virginidad era indispensable: era, por un lado, el gran acto de sacrificio, pero también un acto de decisión sobre su cuerpo. Sin embargo, Warner consideró que la escena mancillaba la pureza del personaje y le pidió a Snyder que la recortara. El director lo hizo, pero la escena se percibía como si The High Roller manipulara y abusara de Babydoll, lo que tiraba por la borda toda la planeación feminista. Finalmente decidió quitar la escena en su totalidad y dejar que el espectador llenara ese espacio.

Tanto Snyder como el resto del elenco siempre han mostrado su desagrado por esa decisión, pues la escena original cerraba perfecto el mensaje de la historia. Ahora que existe una victoria con el estreno de Liga de la Justicia, algunos fans de Sucker Punch comenzaron su propia campaña para tener el corte que el director tenía planeado de inicio y darle nueva vida a este proyecto que para muchos estuvo adelantado a su época.

Nota publicada originalmente en Tomatazos.


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