Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, informó ayer en conferencia de prensa nacional que pondrá en marcha una serie de acciones destinadas a un mayor control de armas en el país.

El mandatario hizo alusión a los numerosos tiroteos que se viven diariamente a nivel nacional donde decenas de ciudadanos inocentes pierden la vida. Durante la última semana hubo dos tiroteos en Carolina del Norte y Texas que dejaron un saldo de seis muertos y cinco heridos.

Admitió que la prohibición de armas puede ser un tema complicado.

Se que la conversación sobre las armas en este país puede ser una muy difícil. Pero incluso aquí hay muchas cosas más que tenemos en común y en las cuales creemos. Todo lo que estamos proponiendo hoy es totalmente consistente con la Segunda Enmienda y hay un gran consenso detrás de esto para tomar acción.

Aseguró que el principal objetivo es mantener a la gente segura y condenó el uso de las armas fantasma, es decir aquellas ensambladas en los hogares que no tienen registro y que si se comete un delito con ellas son difíciles de rastrear.

La violencia de las armas en este país es una epidemia, es una vergüenza internacional.

La nueva legislación del Departamento de Defensa, que por cierto está limitada, estará enfocada en tomar acciones contra las armas manufacturadas en el hogar y someter las abrazaderas estabilizadoras bajo un registro de la Ley Nacional de Armas de Fuego, revisando de paso los antecedentes de las personas.

El presidente también solicitará a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos que publique un informe anual sobre el tráfico de armas en el país, y que los estados adopten leyes de “alerta” para identificar a las personas riesgosas que posean pistolas.