El 28 de marzo Estados Unidos registró un nuevo récord en el número de niños migrantes que permanecen bajo custodia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), pues un reciente informe de la cadena CNN señala que hasta este fin de semana ya hay 5 mil 767 menores viviendo en instalaciones fronterizas, notificando un aumento de 302 niños desde el jueves hasta el domingo pasado.

Ese ascenso representa la cantidad más alta que se ha registrado en el país desde que se comenzará con la publicación de estos datos, sin embargo la suma total de niños migrantes no acompañados que permanecen a cargo del gobierno estadounidense descendió en menor medida de igual forma este fin de semana, pues de los 18 mil infantes que se contabilizaban la semana pasada, actualmente se registran 17 mil 650.

Esta última cifra refleja a su vez un pequeño aumento si se compara con la del día anterior, miércoles 25 de marzo, pues en ese momento apenas rebasaba los 17 mil.

A raíz de dichas estadísticas, el gobierno estadounidense podría necesitar 33 mil 100 camas más para albergar a los menores de edad que es posible continúen llegando a la frontera México-Estados Unidos hasta septiembre del año en curso.

El presidente Joe Biden sigue diseñando estrategias para ayudar a los niños detenidos en la frontera con su vecino del sur, aunque algunos activistas argumentan que la suspensión en la separación de niños con familiares en el país americano que los cuidan podría reducir el número de niños bajo tutela estadounidense.

Según lo establecido en la Ley de inmigración de Estados Unidos, las familias se definen estrictamente como los niños y sus tutores legales o padres, por lo que aquellos infantes que han sido detenidos en la frontera en compañía de sus abuelos, tías, hermanos mayores, etc. han sido considerados “no acompañados” y son posteriormente enviados a albergues u hogares de acogida supervisados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).

Defensores de los derechos migrantes establecen qué tal medida es innecesaria e incluso miles de niños podrían estar fuera de la responsabilidad del gobierno americano si fueran liberados junto a los familiares que los acompañan en el proceso de solicitud de asilo en Estados Unidos.

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