El aislamiento a causa de la pandemia de Covid-19, ha generado ansiedad, estrés, conductas negativas y comportamientos poco saludables, siendo uno de los más comunes los trastornos alimenticios.
La Secretaría de Salud explica que estos trastornos tienen una característica que reside en no recibir la ingesta calórica necesaria para un funcionamiento adecuado respecto de su edad, peso y talla, así como ritmo de vida, destaca además que estos problemas de salud son graves y ponen en riesgo la vida de los jóvenes, puesto que estos casos suelen darse en una edad entre 13 y 18 años.
Los trastornos alimenticios pueden desarrollarse a través de la combinación de condiciones psicológicas, interpersonales, sociales, depresión, ansiedad, así como problemas familiares, de relaciones personales y hasta culturales, indica la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación.
Si bien, en México hay 22 mil casos anuales de desórdenes alimenticios, se pronostica que con la pandemia aumentarán; el estar aislados de nuestros amigos y familiares, los gimnasios cerrados, no seguir una rutina ordenada, y el tiempo distribuido en redes sociales, afectaría significativamente a los jóvenes.
Hay que tener en claro que tener acceso al alimento no asegura la estabilidad mental del individuo, sumando los problemas personales con la situación de una pandemia que amenaza la salud de millones de personas, el impacto destructivo al bienestar del sujeto es enorme.
Hambre emocional
Una de las acciones que se ha llevado a cabo durante la pandemia para evitar salir de casa por seguridad es el comprar alimentos en exceso; abusar de los alimentos por estrés y ansiedad es un trastorno de conducta alimentaria muy común, se desencadenan atracones o las persistentes ganas de comer sin tener hambre.
La encuesta “Estrés, causas y consecuencias en la salud”, realizada por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, señala que casi tres cuartas partes de los mexicanos afirma haber sufrido de estrés al menos en una ocasión durante la semana.
Este trastorno alimenticio podría originar una enfermedad que también es muy frecuente, sobre todo en los mexicanos: la obesidad.
Véase en: México: el país que más aumentó de peso desde que comenzó la pandemia.
Otro trastorno alimentario es la anorexia nerviosa, que por lo general consiste en la privación de comida; hay una pérdida de peso severa y una imagen corporal distorsionada. Además del rechazo a los alimentos, se suelen seguir dietas estrictas, hacer ejercicio compulsivamente y hasta implementar el uso de diuréticos o enemas.
A diferencia de la anorexia, la bulimia es un desorden alimenticio donde la persona afectada sufre de atracones de comida o tiene episodios de consumo excesivo de alimentos caracterizados por la pérdida de control; para calmar la culpa por haber ingerido gran cantidad alimentos, la persona utiliza distintos métodos para evitar subir de peso como provocarse el vómito o usar laxantes.
El número de casos de desórdenes alimenticios se ha duplicado en los últimos 18 años a escala mundial: La prevalencia ha pasado de 3,4% de la población a 7,8% entre 2000 y 2018, esto según cifras de The American Journal of Clinical Nutrition.
Con el confinamiento, muchos procesos de rehabilitación se han interrumpido, el acceso a recibir ayuda médica ahora mismo es complicada, por lo que llegan a haber ‘‘bajones’’ a causa de la pandemia.
Recomendaciones
1-. Programa reuniones virtuales con amigos o familiares.
Hablar y conectar con otras personas es saludable, necesario y positivo. Exprésate y relájate, recuerda que no estás solo.
2-. Mantén un horario regular.
Date tiempo de comer sin prisas; planea tus comidas en intervalos regulares para asegurarte que obtienes la nutrición adecuada, especialmente si el estrés afecta tu apetito.
También reserva tiempo para hacer ejercicio moderado y para tus cuidados personales o actividades que te hagan sentir bien.
3-. Apóyate de profesionales.
Hay muchos terapeutas y especialistas que se han adaptado a la nueva modalidad y realizan consultas, evaluaciones y terapias a través de videollamadas o vía telefónica.
4.- Aléjate de las redes sociales.
Aunque son de ayuda muchas veces, las redes sociales muestran lo mejor que todo el mundo, imágenes idealistas de cómo se supone que debes verte, los cuerpos ‘‘perfectos’’ de las celebridades, lo cual provoca la comparación de las chicas con el canon de belleza actual.
Además, abundan retos que fomentan la delgadez extrema y trucos o experiencias de personas que están intentado bajar de peso de manera no saludable.
5-. Pide ayuda.
Si identificaste alguna de las conductas mencionadas anteriormente y notas que está empezando a afectar tu bienestar y las relaciones con las personas a tu alrededor, busca ayuda, habla con un profesional.
A continuación te compartimos los contactos de asociaciones dedicadas a tratar estos trastornos:
Fundación Ellen West: (+52) 55-5812-0877 | info@fundacionellenwest.org
Fundación APTA: (+52) 55-2343-1142 | info@fundacionapta.org
Comenzar de Nuevo A.C: +52 (81)8129-4683 | info@comenzardenuevo.net
Video relacionado: Border News: Primera semana de marzo 2021
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