Después de una fatídica noche, nunca antes vista, según palabras del próximamente ex-jefe de policía del Capitolio, Steven Sund, autoridades han dado a conocer la identidad de las personas que murieron a raíz de la revuelta llevada a cabo el día de ayer por adeptos de Donald Trump.

Ashli Babbitt, mujer de 35 años (California, EE.UU.), Benjamin Phillips de 50 (Ringtown, Pensilvania), Kevin Greeson de 55 años, (Athens, Alabama) y Rosanne Boyland, de 34 años (Kennesaw, Georgia) son los nombres y edades de las personas que perdieron la vida tras los disturbios en el Capitolio, donde se estaba certificando la victoria de Joe Biden, el próximo presidente de los Estados Unidos de América.

La información fue dada a conocer por Robert Contee lll, jefe del Departamento de Polícia Metropolitana de Washington D.C., el cual se negó a esclarecer las causas exactas de la muerte de cada individuo.

Quizá el caso más sonado sobre las pérdidas mortales que ocurrieron en la protesta fue el de la Californiana, Ashli Babbitt, la primera víctima mortal anunciada por los medios, la cual fue herida por un disparo de bala en el hombro, proveniente de un agente de policía del Capitolio. La mujer fue llevada urgentemente al hospital donde falleció tiempo después.

Autoridades informan que el policía que le disparó a Babbitt ya ha sido suspendido de su cargo, por lo menos hasta que el asunto se aclare en su totalidad. Actualmente se está realizando una investigación de tal suceso.

Los manifestantes finalmente lograron su cometido, obligando a los legisladores a aplazar momentáneamente la certificación del triunfo de Biden, quien tomará posesión del cargo este 20 de enero.

Anteriormente se había anunciado también la muerte de un agente policial, misma que fue descartada por miembros de la policía del Capitolio.

El motín había sido convocado por Donald Trump, en un afán por desestimar la victoria de Joe Biden, el cual resultó en un caos total, donde hasta la policía fue blanco de fuertes críticas debido al nulo control que ejercieron sobre la situación, permitiendo la entrada de simpatizantes del aún presidente de América a la acrópolis.

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