A Keanu Reeves le está yendo extremadamente bien en estos últimos años. El actor canadiense ha estrenado filmes como John Wick 3: Parabellum , Always Be My Maybe, Toy Story 4 y Bill & Ted Face The Music, y su dedicación a este tipo de arte solo parece ganar fuerza con el paso del tiempo.

Es carismático y el público lo ama por lo que hace en la pantalla grande, pero también por su calidad como ser humano. Sin embargo, hay un factor estrechamente relacionado con su trabajo que, aunque no reniega de él, siempre ha admitido qué se le hace difícil de llevar: la fama.

El actor de 54 años ha estado en el negocio del cine durante mucho tiempo. En 1994 se convirtió en la nueva estrella del cine de acción al protagonizar Máxima Velocidad y en 1999 dio el salto definitivo al estrellato cuando se convirtió en Neo para la película Matrix que terminó siendo una trilogía. Desafortunadamente para Reeves, esto también significa que el estatus de celebridad iba a ser instantáneo debido a la popularidad que tuvieron dichas películas.

Ahora, con una extensa filmografía a cuestas, es un tema recurrente lo incómodo y extraño que le resulta cada vez que alguien lo reconoce en la calle, como si se tratara de una competencia para encontrar la mayor cantidad de celebridades posible.

Eso fue lo que comentó en una ocasión a The Sunday Telegraph, donde comentó que su hogar, es decir la cuidad de Los Ángeles, está llena de turistas que lo hacen sentirse como “un animal enjaulado”, ya que no puede realizar actividades tan comunes como ir por el periódico o un café sin que alguien lo esté apuntando con el dedo como diciendo que encontró a otra celebridad, y él dijo entenderlo, aunque también hizo énfasis en que en un lugar como Los Ángeles la gente está tan acostumbrada a toparse con famosos en la calle que a veces hay a quienes no les importa.

Después de todo, es de conocimiento público que mantiene su vida personal alejada de los medios y no le agrada la idea de verse en todos los rincones de Internet a pesar de su fama y la gran cantidad de fans que tiene. Y a pesar de que siempre se ha expresado así de las consecuencias de su trabajo, asegura que la actuación le permite mantenerse con los pies en la tierra.

En una reciente entrevista con South China Morning Post (vía Cheat Sheet), Keanu Reeves contó que trabajar mucho y moverse de un set de filmación a otro lo ayuda a olvidar algunos de los momentos dolorosos que ha vivido, porque el hecho de llegar a conocer a un nuevo equipo de producción en cada película lo hace sentirse como parte de una nueva familia, y eso para él es de lo más satisfactorio. Eso sí, siempre pone de su parte contribuir a que haya un buen ambiente y optimismo de por medio.

Sobre lo que hace para no permitir que la fama se le suba a la cabeza, comentó esto:

Siempre he mantenido mi distancia de toda la fama. Nunca viví mi vida en función de lo que se decía o escribía sobre mí. Me encanta la forma en que sigo tan interesado en actuar como siempre. Actuar siempre me ha dado una estructura y un propósito en la vida y nunca encontré nada más en lo que invertir de la forma en que lo hago cuando actúo o trabajo en películas.

El siguiente proyecto de Reeves es el de Johnny Silverhand en el videojuego Cyberpunk 2077. Allí interpreta a un ex militar que fue vocalista de una banda llamada Samurai y es una de las principales figuras que, dentro de la historia, están en contra de las grandes corporaciones como Arasaka, la cual se especializa en seguridad y banca, con un enfoque en su división de seguridad. Tienen más poder financiero que cualquier otra corporación y usan tácticas como el chantaje y el soborno para influir y controlar puntos clave de interés, y el personaje al que este actor da vida tiene razones específicas para querer acabar con ellos.

Con información de Tomatazos

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