Esta madrugada del viernes, el Pentágono por órdenes del presidente Donald Trump, mandó drones para matar al funcionario iraní de alto rango, Qasem Soleimani, en el Aeropuerto Internacional de Bagdad en Irak.

El Departamento de EEUU publicó lo siguiente en un comunicado:

Por orden del presidente, el ejército estadounidense ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal estadounidense en el extranjero al matar a Qasem Soleimani

Minutos antes de que se conociera la noticia del ataque, Trump, publicó la imagen de la bandera de EEUU en su Twitter, publicación que dejó fijado en su cuenta.

pic.twitter.com/VXeKiVzpTf

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 3, 2020

El ataque terminó con la vida de Qassem Soleimani, uno de los principales generales iraníes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, así como al menos de otras siete personas.

Ahora existe una preocupación inmediata, ya que no se ha recibido respuesta alguna de parte de Irán, aunque se esperan represalias contra Estados Unidos.

Cabe recordar que en mayo de 2018, Donald Trump retiró el acuerdo de paz que se establece con Irán.

En la televisión iraní se reprodujeron las imágenes y videos de personas llorando ante la noticia de la muerte de su general Soleimani. El asesor del líder, Ahmad Khatami, comenta que las tropas estadounidenses serían eliminadas de la región, clasificándolas como "bestias insidiosas".

Les digo a los estadounidenses, especialmente a Trump, que nos vengaremos de que su luz del día se convertirá en una oscuridad nocturn, dijo Khatami el viernes.

Philip Gordon, ex coordinador de la Casa Blanca para Medio Oriente y el golfo Pérsico durante el gobierno de Obama, declaró que la muerte de Soleimani a mano de Estados unidos fue poco menos que una ‘’declaración de guerra’’ hacia Irán.

El actual secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, comentó que este ataque tenía como objetivo destruir los futuros planes de ataque de iraníes, pues asegura que Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidense en Irak y en toda la región.