"Los cuatro acuerdos son la introducción al tipo de vida del artista, o sea del Tolteca, porque una vez que cambias tus ojos tu atención se fija en lo bello dejas de fijarte en lo dramático, ya no eres una víctima sino te conviertes en un héroe, que ve todos los eventos que están sucediendo como obstáculos que va a vencer, porque se tiene la calidad y capacidad de vencerlos", explicó don Miguel Ruiz.

Don Miguel Ruiz es un escritor muy conocido tanto por lectores de habla hispana como por sus lectores de habla inglesa, especialmente desde que fue presentado a la audiencia del programa de televisión de Oprah por Ellen DeGeneres en 1999. Su libro Los Cuatro Acuerdos, se ha mantenido en la lista del programa como una de las recomendaciones favoritas de todos los tiempos.

Don Miguel Ruiz nació Miguel Ángel Ruiz en Guadalajara, Jalisco en 1952, pero a los pocos días de nacido fue llevado a Tijuana en donde vivían sus abuelos. Su acta de nacimiento es tijuanense, lo mismo que sus más añejos recuerdos de infancia en las calles de la colonia Juárez.

Su madre era curandera y su abuelo igual, quienes le compartieron los conocimientos antiguos de la filosofía Tolteca. Don Miguel Ruiz primero sobrevivió un infarto, y a pesar que después fue sometido a un trasplante de corazón, este tropiezo en su salud no lo ha detenido en la labor de llevar su mensaje por todo el mundo, ayudando a las personas a entender que los cambios en la vida son posibles. Por el momento, dos de sus hijos han seguido su camino, Miguel y José escriben también libros sobre conocimientos que han pasado en su familia de generación en generación.

"Una vez que aprendes, y que practicas el ser escéptico y sabes escuchar recuperas el respeto, y con el respeto recuperas esa paz interna. Recuperas primero la paz contigo mismo, luego la paz con tu familia, y después con todos los demás. Una vez que ya estás practicando esto viene el siguiente libro que escribió mi hijo, Miguel Ruiz Jr. que son Los cinco niveles del desapego o del apego".

Al despedirme de don Miguel Ruiz dos agradables ideas llenaban mi cabeza: el escribir sobre la experiencia de haberle conocido, y el enorme placer de haberle escuchado decir las palabras: "amo mucho, muchísimo a la bella ciudad de Tijuana".

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