La tradición política del Partido de la Revolución Democrática (PRD) es de izquierda y, sobre todo, social y demócrata. Ahí su historia para corroborar esto.
Este partido nació de la necesidad de hacer converger las diversas fuerzas de izquierda en el contexto del fraude electoral que colocó a Carlos Salinas de Gortari en la presidencia del país en 1988, el cual fue orquestado para impedir que el Ing. Cuahutémoc Cárdenas Solórzano y todo lo que su discurso representaba, desplazara al PRI del poder por vez primera.
El Ing. Cárdenas era la cabeza más visible de la llamada Corriente Democrática del PRI, dentro de la cual se encontraban suscritos otros actores de primera línea como Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, el actual presidente de México.
Corriente Democrática representaba en sus ideales toda la carga de las promesas de la Revolución Méxicana, particularmente aquellas que seguían demandando justicia social en el contexto de la apertura del país al capital extranjero y a la economía de mercado o, dicho en otras palabras, de la llegada del neoliberalismo. Sabemos de sobre lo que esto ha significado para nuestra historia reciente.
Al imponer a Salinas como candidato, Corriente Democrática rompió con su partido y presentó a Cárdenas como candidato a través del Partido del Frente Cardenista por la Reconstrucción Nacional (PFCRN). Ganó las elecciones, pero ya sabemos cómo se las arrebataron.
Manuel Bartlett, entonces Secretario de Gobernación del Presidente Miguel De Lamadrid, signó esto al salir en cadena nacional y no ofrecer los resultados alegando una caída del sistema debido a condiciones meteorológicas. El resto, fue historia.
La indignación contra esto fue lo que llevó a que las fuerzas de oposición, de izquierda, a converger por la búsqueda de una democracia efectiva e inmediata. Uno de los sectores con mayor trayectoria en ella es o fue la del Comunismo y Socialismo Mexicano, organizados entonces en el Partido Mexicano Socialista, a su vez producto de las 6 corrientes de izquierda de aquél entonces: el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), Partido Socialista Unificado de México (PSUM), Partido Patriótico Revolucionario (PPR), Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), Unión de la Izquierda Comunista (UIC) que también se unieron a la militancia del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Su principal líder fue el Ingeniero Heberto Castillo Martínez.
Así nació el PRD. Su tradición es popular, progresista y horizontal. Los que conocen al partido en su interior saben que se acuerda, dialoga y discute todo y en ello se forjan las conciencias ciudadanas, no en la verticalidad de la imposición o de la llamada “disciplina” partidista.
El PRD resurge en la conciencia de que debe revitalizar estas tradiciones, pues el partido sabe que será la única opción, el único contrapeso real a MORENA en buena parte del país, pero sobre todo en Baja California. Esto, porque MORENA, a escasos 9 meses de gobierno, ha demostrado trazas del viejo autoritarismo y presidencialismo priista además de empezar hacernos ver que es un partido más conservador y centralista de lo que creímos sería.
Baja California tendrá un Gobernador emanado de ése partido: el C. Jaime Bonilla Valdez quien en entrevistas e interacciones con el público, en campaña, se dejó ver como una persona en sumo autoritaria. Él mismo ha dicho que no es político, sino empresario y como tal manejará al Estado. No olvidemos el episodio del atropellamiento a un peatón en plena Zona del Río de Tijuana y las respuestas que dio para desmentir el hecho.
Jaime Bonilla no solo encabezará al Estado, sino que seguirá manejando el partido, MORENA, en Baja California. De echo, bajo su mano semeja más una franquicia que una entidad democrática. Maneja las cosas como gerente y dueño de un giro comercial, no como un líder social.
El PRD daba por perdido el Estado. El liderazgo y carisma del Arquitecto Jaime Martínez Veloz y del Teniente Coronel Julián Leyzaola Pérez lograron, en campaña, recuperar números suficientes para conservar el registro, rebasar sus estadísicas históricas y que el PRD nacional vea a esta Entidad como uno de sus bastiones.
Invertirán recursos y energías para construir las bases suficientes para ser protagonistas en un Estado ávido de nuevos horizontes, mismos que sabemos, por lo que vimos en campaña y lo que seguimos viendo tras ella -el intento de violación a la soberanía y la ley al intentar ampliar un mandato que debe ser por 2 años y la demostrada ilegibilidad como gobernante de Bonilla- no lo dará el partido y candidato ganador.
No, el cambio y justicia social no llegará con MORENA. Vendrán a afianzar el autoritarismo y modelo de gobierno del que los mexicanos renegaron en 1988 y en 2000, ambas oportunidades perdidas una por fraude y la otra, porque el candidato ganador y su partido no honraron los compromisos y discursos de campaña, cosa que estamos viendo de nueva cuenta en este supuesto nuevo régimen.
Hoy leímos como ya hay Gobernadores que buscan sustraerse del Pacto Federal Fiscal y cómo a lo largo y ancho del país se concentran inquietudes y manifestaciones en contra de los recortes en el alegato del combate a la corrupción. Sin embargo ¿qué pasa con esos dineros?
Están siendo usados para fabricar más pobres bajo las viejas formas clientelares que terminarán construyendo un nuevo partidazo llamado MORENA y un nuevo culto llamado lópezobradorismo. Ya vimos como empiezan los legisladores de ese partid, prematuramente, sugerir reelección o ampliación de mandato para Andrés Manuel. Por eso la concentración de recursos en el centro a costa de los Estados.
Por eso el PRD se reconfigura, se abre a la sociedad, busca nuevos adeptos en el reconocimiento que deben renovar sus cuadros, dirigencias y obtener una mayor participación ciudadana. Por eso la apertura a la diversidad de actores de la plataforma Futuro 21 la cual se suma al PRD en este nuevo esfuerzo por repensar la democracia mexicana.
La muestra de lo que como verdadero contrapeso pueden llegar a ser y hacer, es la valentía y audacia demostrada en contra de "El Bonillazo" y todos los escándalos asociados al Gobernador Electo. El partido no ha sido cooptado por éste ni sus representantes y la estructura del mismo está trabajando para buscar lo que es justo y legítimo de la mano y voz de Jaime Martínez Veloz, quien no milita en el PRD a pesar de haber sido uno de sus candidatos históricos, por lo logrado en campaña, de este partido en este Estado.
Como dice Omar Sarabia, Secretario General del PRD en Baja California: "bienvenidas todas las voces, bienvenidos todos los que quieran participar en favor de Baja California. Necesitamos caras nuevas y aquí el partido para recuperar el Estado."
editorial@sandiegored.com
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