En días pasados, el martes 6 de agosto para ser precisos, publicamos cómo la CANACO Tijuana, a través de su presidente, Jorge Macías, advirtió a los tijuanenses sobre tomar precauciones al momento de cruzar a California por la probabilidad que en el vecino estado también se den tiroteos como los recientes de El Paso, Texas.

Ayer miércoles 7 de agosto, en el Condado de Orange, California, 6 hispanos fueron víctimas de un ataque con arma blanca, resultando dos muertos de esto. El motivo: el odio racial.

Sin embargo, el atacante también es de origen hispano. No olvidemos que entre los que escuchan y atienden los discursos racistas del Presidente Donald Trump, también hay hispanos o descendientes de éstos. En Estados Unidos existe una generación de descendientes de migrantes que demuestran miedo y odio frente a los nuevos. Los rechazan porque, dicen, van a quitarles sus trabajos o echar a perder sus logros y patrimonio.

Los hechos ocurrieron en diferentes lugares. El primero, en el edificio donde vivía el atacante, en Garden Grove. Ahí agredió a dos de sus vecinos. Uno ellos murió en el lugar y el otro al arribar al hospital.

Tras este primer ataque, el sujeto robó una panadería donde apuñaló a la cajera del lugar para después asaltar un local cercano y al terminar el día, acuchilló en cara y espalda a una mujer que se encontraba en una gasolinera.

El hombre, de 33 años de edad, fue capturado en un 7-Eleven, al Sur de Los Ángeles. Jornada violenta para la comunidad hispana de California. Aquí las consecuencias del fomento del odio. Todo, por las elecciones en Estados Unidos.

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