Como se ha dicho en las redes sociales: no protestaban cuando los mandaban a "puntos calientes sin armas" pero sí ahora que serán absorbidos por la Guardia Nacional (GN). El motivo: los recursos monetarios.

Otra corporación, otra cabeza, otro administrador. Así de sencillo. Los Federales están protestando por situaciones y prestaciones sindicales: antigüedad, bonos laborales, horarios ¡de oficina! Como si el crimen tuviera horario que cumplir. También se manifiestan en contra de exámenes de confianza, antidopings, pruebas de polígrafos y capacitaciones extraordinarias.

No afectaremos absolutamente a ningún elemento de la @PoliciaFedMx pic.twitter.com/TWDF4ARC1c

— Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (@SSPCMexico) July 3, 2019

El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la suma a la Guardia Nacional por parte de los Federales es voluntaria. Que aquellos que no lo hagan no lo quieran hacer, no sufrirán represalias ni persecución alguna pero esto, que no lo dijo el Presidente, significa la renuncia voluntaria a la corporación, pues por ley la Guardia Nacional fusionará no solo a la Policía Federal, sino a las militares: del ejército y de la armada.

Se estima que en 18 meses desaparezcan todas las corporaciones de corte policial del orden federal para que se concentren y evolucionen en la GN. Aquí el manifiesto del Gobierno Federal:

El #GobiernoDeMéxico 🇲🇽 informa sobre la incorporación de la @PoliciaFedMx a la #GuardiaNacional

Rechazamos toda petición de renuncia, provenga de donde provenga.

Jamás serán violentados los derechos, sueldos, prestaciones, antigüedad o grado de elementos de la Policía Federal. pic.twitter.com/ike9EcDunB

— Gobierno de México (@GobiernoMX) July 3, 2019

Aunque el Presidente sí ha dicho que la GN será un cuerpo extraordinario no en sus facultades, pero sí en su alcance y capacitación. Ha dicho que el que no cumpla con el perfil de la Guardia, irá a hacer labores menores de seguridad tales como cuidar plazas y parques públicos o dirigir el tráfico en las calles. También contra esto se rebelan los Federales.

Escogieron a un vocero y defensor muy peculiar de lo que consideran sus derechos y prerrogativas violentadas: el expresidente Felipe Calderón Hinojosa. Él empoderó a la Policía Federal. Él le dio las facultades, en medio de la Guerra contra el Narco que él inauguró, para poder participar como su brazo operativo contra el crimen organizado.

Pierden los Federales protagonismo, poder y recursos frente a la Guardia. Éste es el asunto de fondo. Por ello hay personajes detrás del motín que ni son policías, ni investigadores, pero si dueños de parte de las prebendas que a través de ellos se otorgaban.

Ejemplo, además de Calderón, Ignacio Benavente, señalado por Alfonso Durazo como "el líder de la protesta" quien resultó, además, haber estado preso por el delito de la privación de la libertad. Secuestro, para entendernos mejor.

La rebelión de los Federales no es otra cosa que una lucha por no perder un coto de poder.

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