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Sigmund Freud debe parte de su éxito al consumo experimental de cocaína

El padre del psicoanálisis consumió drogas para construir una voz que revolucionaría el pensamiento de su época

El fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud, defendía de la idea de que una tercera revolución científica tendría origen en la psique humana. Que ésta vendría a abrir lo ojos de la humanidad ante su realidad como tal.
Es decir, aceptando que sus condiciones son disfrazadas por su ego.

Que, a pesar de su historia, la realidad de la colectividad sigue siendo miserable a pesar del conocimiento sobre ella. A través de la psique se daría cuenta que ha vivido de fachadas y “demostrarle al "ego"de cada uno de nosotros que ni siquiera es dueño de su propia casa, sino que debe permanecer contento con los restos de información más verosímiles sobre lo que ocurre inconscientemente en su propia mente".

Ciertamente son declaraciones transgresoras y por lo tanto, revolucionarias si tomamos en cuenta la época en las que las dijo: siglo XIX, finales, en plena época dorada de la industrialización y de la modernidad, cuando el mundo pensaba sólo en absolutos y para romperlos, se debía experimentar consigo mismo para obtener nuevas visiones del mundo.

Freud lo hizo con cocaína, que entonces era legal y estaba disponible en las farmacias.

La cocaína no sólo influyó en el psicoanálisis, sino también en el descubrimiento del "camino real al inconsciente" en los sueños, y la terapia basada en eso y hasta influyó en la propia disciplina intelectual. Dominic Streatfeild, historiador de la coca, dijo que "si alguien es responsable de que la cocaína se haya considerado como una droga recreativa, es Freud".

En 1855, Freidrich Gaedcke sintetizó y nombró erythroxyline a lo que de inmediato se llamaría “cocaína” por ser derivada de la hoja de coca andina. Para 1880, las compañías farmacéuticas la empezaron a promocionar como la "cura todo".
Freud se enteró de ella por medio de la Therapeutic Gazette, quien patrocinó el consumo a Freud, significando para él su pase a la fama y la fortuna. Consumió coca en nombre de la ciencia.

Freud describió cómo había empezado a consumirla. Publicó un artículo, "Über Coca", en el que describe "la emoción más hermosa" al ingerirla por primera vez, una "euforia emocionante y duradera", así como la supresión del cansancio y el hambre .

El consumo experimental se extendió entre otros científicos. Oftalmólogos, sexólogos y cirujanos en general la aplicaron como analgésico y como estimulante al momento de intervenir a sus pacientes así como recomendarla como afrodisíaco.

Pero sólo Freud sacaría un provecho tangible: elaboró las diversas teorías que forman la base del psicoanálisis. Conceptos como el ello, el yo y el super-yo; la libido como energía sexual que flota libremente; el Complejo de Edipo. Todo a la par de que se distribuían enormes cantidades de cocaína a los neuróticos vieneses de clase media que venían a platicar de sus interminables problemas con él.

El vértigo de Freud con la cocaína terminó súbitamente, 1896, al día siguiente del funeral de su padre y tras un consumo del enervante de casi 12 años. ¿Mera coincidencia?

Sin embargo vale la pena preguntarse ¿cómo hubiera sido la historia del conocimiento europeo posmoderno sin la presencia de las drogas? Sigmund no fue el único. Ahí Aldous Huxley. Lean “Las Puertas de la Percepción” para que nos platiquen a qué droga le entraba.

*Con información de Vice.

josue.beltran@sandiegored.com

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