La carrera a la nominación demócrata ha comenzado con ocho candidatos tratarán de evitar de evitar la reelección del presidente Donald Trump en las elecciones del 2020.
Aunque falta un año y 10 meses para las elecciones, esto no ha frenado a los aspirantes demócratas; son cuatro mujeres y cuatro hombres de orígenes tan diversos como el perfil demográfico de Estados Unidos.
ANDREW YANG, 44 años.
Emprendedor neoyorkino curtido en la industria tecnológica e hijo de inmigrantes taiwaneses. Su punto de partida es como mínimo novedoso. Yang sostiene que EEUU debe prepararse para perder millones de empleos en las próximas décadas a causa de la robótica y la inteligencia artificial. Entre otras cosas, propone un salario universal pagado por el estado, 1.000 dólares mensuales para todos los mayores de 18 años, independientemente de sus ingresos.
ELIZABETH WARREN, 69 años.
La exprofesora de Harvard y senadora por Massachusetts es quizá la candidata más a la izquierda en la parrilla de salida demócrata. Similar a Bernie Sanders en sus planteamientos, se ha hecho un nombre por su batalla contra Wall Street y su denuncia de lo que considera un sistema oligárquico. Es partidaria de subir los impuestos a los multimillonarios y regular férreamente el sistema financiero. Trump la llama ‘Pocahontas’ por invocar sus difusos genes nativo-americanos.
JOHN DELANEY, 55 años.
El primer demócrata en anunciar su candidatura a la presidencia, nada menos que en el 2017, es un total desconocido para el gran público. Hizo carrera como financiero en Wall Street antes de ser congresista estatal en Maryland. Se presenta como “un idealista pragmático”, alguien capaz de reinsertar el civismo en la política y buscar acuerdos bipartidistas con los republicanos. Se lo está tomando en serio. Ya ha visitado los 99 condados de Iowa, donde comenzarán las primarias.
JULIAN CASTRO, 44 años.
Cuando el Partido Demócrata lo escogió para dar uno de los discursos estrella en su Convención Nacional del 2014, muchos lo bautizaron como el “Obama latino” por su temperamento cerebral, su labia inspiradora y su formación como abogado en Harvard. Nacido en una familia de activistas chicanos, el exalcalde de San Antonio sirvió como secretario de Vivienda con Obama, pero ha perdido parte del embrujo y solo ha ganado elecciones municipales.
KIRSTEN GILLIBRAND, 52 años.
El programa ‘60 Minutes’ la bautizó como la “senadora del #MeToo” por su decidida actitud para denunciar el acoso sexual a las mujeres y protegerlas legalmente, una misión que inició al involucrarse en el escándalo de los abusos sexuales en el Ejército. Esas son las principales credenciales de esta abogada y senadora por Nueva York que ha ido progresivamente alejándose del centro político para adoptar algunas propuestas de la izquierda populista.
KAMALA HARRIS, 54 años.
¿Una mujer negra en la Casa Blanca? La proposición suena atrevida tras recordar las tribulaciones de Barack Obama y Hillary Clinton, pero pocos candidatos demócratas despiertan tantas esperanzas como la senadora por California y exfiscal general de ese mismo estado. De madre tamil y padre jamaicano, Harris llegó al Capitolio en el 2017 y ha sabido hacerse un nombre con sus preguntas inquisitivas. Con un pie en el ‘establishment’ y otro en la izquierda, es una máquina de recaudar fondos.
TULSI GABBARD, 37 años.
La segunda ‘millenial’ del grupo fue elegida con solo 21 años como diputada estatal en Hawái, pero poco después aparcó la política temporalmente para servir en Irak durante los años más crudos de la guerra. Había nacido en la Samoa Americana y creció practicando el hinduismo. Políticamente es una heterodoxa difícil de clasificar. Generó titulares al reunirse con Al Asad, el dictador sirio, en el 2017. También tendrá que explicar las posiciones contra la comunidad gay que mantuvo a principios de su carrera. Es congresista en Washington.
PETE BUTTIGIEG, 37 años.
El primer ‘millenial’ del grupo es también el único candidato abiertamente gay en postularse hasta ahora. Veterano de la guerra de Afganistán y licenciado en Harvard, Buttigieg es hijo de un inmigrante maltés y sirve actualmente como alcalde de South Bend, una pequeña ciudad de Indiana. Hace dos años se presentó sin éxito para presidir el Partido Demócrata y, si bien es un completo desconocido, su perfil ofrece ser un interesante contraste ante otros candidatos más contrastados.
Comentarios
Facebook
SanDiegoRed
Nuevos
Mejores