El 24 de enero del 2018, a 5 días de haber dejado el cargo de comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas, Jaime Martínez Veloz recibió una serie de alertas en su teléfono.
Los mensajes lo dejaron helado.
Sus amigos más cercanos, aquellos con quienes había trabajado en la pacificación de las comunidades tzeltales en los Altos de Chiapas, le informaron que un grupo paramilitar había tomado el pueblo de Oxchuc.
En las fotografías y videos que recibió, hombres uniformados y con corte de cabello tipo militar disparaban ametralladoras a destajo; habían secuestrado el lugar y masacrado a tres líderes índigenas. También habían herido de gravedad a veinte pobladores.
El ataque, hasta la fecha impune, fue perpretado por autoridades inconformes con uno de los mayores logros democráticos del pueblo tzeltal: la resolución legal de poder elegir a sus gobernantes acorde a los usos y costumbres indígenas.
Ese mismo día Martínez Veloz interpuso una denuncia ante la PGR por genocidio. A pesar de que ya no ocupaba el cargo, el ex comisionado había tomado cartas en el asunto.
Si hay un mexicano que ha estrechado los lazos entre el Estado y las comunidades más indefensas, ese es Martínez Veloz.
El activista y también autor de cinco libros de política ha sido pieza clave en la resolución de conflictos dificiles a lo largo y ancho del país.
Su experiencia incluye dos legislaturas como diputado federal y una como local, las tres representando a Baja California. Su trayectoria política se remonta al activismo vehemente que cultivó mientras estudiaba arquitectura en la Universidad Autónoma de Coahuila, de donde es oriundo.
En 1973 participó en la lucha que le daría autonomía a su alma mater y en 1984 encabezó la insurgencia contra el fraude cometido en la elección de rector.
Uno de sus esfuerzos más trascendentales, empero, fue la firma de los tratados de San Andrés Larráinzar cuando era presidente de la Comisión de la Concordia y Pacificación en Chiapas, dos años después del alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Los tratados aún no se cumplen, así que siguen siendo tema en su agenda personal.
En Baja California, Martínez Veloz es mejor conocido por su trabajo como Subdelegado de Sedesol durante la gestión de Luis Donaldo Colosio. Su relación con Colosio fue bastante cercana, tanto que fue su asesor hasta el día en que fue brutalmente asesinado en Lomas Taurinas durante la primavera de 1994.
Martínez Veloz es ahora mencionado como posible candidato de Morena a la gubernatura del Estado.
No es secreta la amistad que se profesan mutuamente Andrés Manuel López Obrador y él. En los entretelones de la política se rumora que Martínez Veloz fue un interloctuor importante para que las autoridades electorales no le robaran a Andrés Manuel su candidatura a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal en el 2000.
Conocido popularmente como El Arqui o El Compa, Veloz se sabe en un momento paradigmático de su carrera:
Cada etapa en la vida trae consigo elementos que te permiten saber la capacidad que tienes para poder enfrentar determinada responsabilidad.
Sus “limitaciones y alcances”, sin embargo, le dan para construir lo que denomina “un nuevo pacto refundacional en Baja California”. Así lo reconoció en la conversación que sostuvimos para este artículo.
En la Rumorosa rumbo a Mexicali, nos encontramos a la comitiva del Lic. Andrés Manuel López Obrador, quien se encontraba grabando un video, nos paramos y aproveché para saludarlo afectuosamente y desearle lo mejor para él, para nuestro Estado y para el País pic.twitter.com/562Sp8LPdC
— Jaime Martínez Veloz (@jaimemveloz) September 20, 2018
¿Qué implicaciones tiene la llegada a la presidencia de López Obrador para Baja California?
Le puede permitir a la frontera, sobre todo a BC, consolidar una estrategia de desarrollo como Estado. También, para la sociedad, construir una nueva relación con Estados Unidos, tal y como lo planteó Andrés Manuel en su carta a Donald Trump. En la agenda de temas, como el migratorio, el gobierno de Baja California tiene que ser punta de lanza.
De acuerdo al presidente electo, la reconciliación es fundamental para alcanzar los objetivos del nuevo gobierno. Eso me hace pensar en lo siguiente: ¿Por qué fracasaron los intentos de unir el neozapatismo con el obradorismo?
Ha sido muy fuerte la ofensiva del modelo económico que venimos arrastrando del 82 a la fecha. Esta expresa sus garras mas filosas en las comunidades indígenas y campesinas de todo México, incluidas la de Baja California.
Las consecuencias de ese desencuentro no solamente tiene su impacto al interior de las comunidades, si no en la sociedad en su conjunto: la negación de reconocer a los pueblos como sujetos de derecho público. Eso ha generado un vacío que ha llenado el crimen organizado. Son muchas las afirmaciones que históricamente se han hecho para descalificar los acuerdos de San Andrés.
El gobierno de Andrés Manuel aún no comienza, pero ya hay señales de que las aristas más filosas del modelo económico neoliberal se modificaran paulatinamente. Morena, como organización y como partido político, no está exento de la presión de esos intereses.
En México hay una organización que, aunque no está estructurada como partido político, desde 1982 a la fecha transfirió actividades económicas de un sexenio a otro. Es un grupo de poder que transfirió poder político a la iniciativa privada. Se han concesionado millones y millones de hectáreas para minería.
Usted es el vinculo mas fuerte entre AMLO y el entonces Subcomandante Marcos...
No lo soy. Lo que sí te puedo decir es que conozco a ambos.
¿Porque no se dio la reconciliación entre estos dos personajes políticos?
Al inicio de la Comision de concordia y pacificacion, el Gobierno -que yo representaba- tuvo fuertes diferencias con el EZLN. La comandancia zapatista no quería hablar con nosotros. La primera vez que vimos a Marcos fue a fines de agosto del 95, unos 8 meses despues de iniciado la presidencia de Ernesto Zedillo y el Congreso de la Unión al que yo pertenecía.
La posibilidad de un encuentro es remota, pero si se quiere avanzar en esa ruta, hay que presentar y aprobar en el Congreso de la Unión, las reformas que estan pendientes en materia indígenas. Después de eso ya se podría pasar a otros temas.
¿Qué papel juega el EZLN en el contexto de la Cuarta Transformación?
Una de las características fundamentales de la Cuarta Transformación debe ser la incrporacion plena de los pueblos indígenas. No puede haber transformación sin inclusión.
En el diálogo nacional para la reforma democrática de México tenemos que convocar a todas las fuerzas políticas. El zapatismo ha sido uno de esos actores.
Cuando hay voluntad politica, podemos volver a definir la relación entre el estado y las fuerzas indígenas de nuestro pais.
En el 2000 se intentó arrebatarle la candidatura ala Jefatura de Gobierno del DF a AMLO. Se dice que usted fue clave para que eso no ocurriera. ¿Me puede explicar cómo?
Yo no, mi hermano era magistrado nacional electoral del entonces DF. Yo era diputado por Baja California. Era coordinador del grupo parlamentario del PRI y aparecí en las fórmulas para las candidaturas al Senado. Ese año, Labastida encabezaba la elección presidencial por el PRI.
Un amigo mío, que en ese entonces era Director del IMSS, me habló de parte de Diodoro Carrasco, que era el Secretario de Gobernación. Me planteó el tema de la impugnacion del PRI en contra de Andrés Manuel como candidato al gobierno de DF. No se le quería reconocer la residencia en la ciudad.
El planteamiento era que yo hablara con mi hermano para que votara a favor de él. Le contesté a mi amigo que me parecía una imprudencia, pero que lo iba a consultar con mi hermano Juan.
Juan, quien es doctor en derecho constitucional, resolvió a su favor gracias a una laguna jurídica. En parte, si le quitaban el registro a AMLO, era seguro que ganaba el PAN, no el PRI.
A través de Graco Ramírez me cité con Andrés Manuel en una oficina que tenía en la Colonia Roma. Me expuso su preocupación. Mi hermano finalmente votó a favor de AMLO.
No puedo decir que una cosa fue resultado de otra, pero a partir de ese hecho, la propuesta para que yo fuera Senador por el PRI desapareció. La comisión nunca se realizó y yo renuncié a la candidatura.
¿Por qué mientras el obradorismo luchaba por existir después de las elecciones presidenciales del 2012 usted aceptó trabajar en el gobierno de Peña Nieto?
Mira, cuando Miguel Ángel Osorio Chong me invita al gobierno de Pena Nieto, yo no conocía a Osorio. Fui invitado a una tarea muy especifica que tiene que ver con mi historia y mi trabajo con los pueblos indígenas.
Fui contactado por su secretario particular en enero de 2013. Yo pensé que pòr algo relacionado a las elecciones de BC, pero no. Era el tema indígena.
Le planteé 5 puntos. El primero: tenía que entenderse que yo no tenía relación con el EZLN. El segundo, que era necesario crear y fortalecer la comisión de concordia y pacificación en el Congreso de la Unión.
El tercer punto el nombramiento de un Coordinador para el diálogo con peso político. El cuarto: el nombramiento de un embajador, que resultó Alfonso de Alba, presente en las negociaciones ante la ONU cuando fue aprobada la Declaración de derechos indígenas. Cinco: la liberación de dos presos zapatistas, presos inocentes. Uno de ellos, Alberto Patishtán Gómez, tenía 12 años preso.
Osorio Chong estuvo de acuerdo, pero a condición de que yo fuera el Coordinador para el diálogo, no en Chiapas, sino en todo el país.
Avisé de la propuesta a Andrés Manuel a travé de Jaime Bonilla, que era diputado federal en ese momento. Y acepté la invitación después de informarle al ahora presidente electo.
El trabajo fue muy complejo porque no todos los pueblos tienen acceso a una defensa jurídica. Logramos que la tuvieran los yaquis, los tarahumaras, las comunidades en el Valle central de Oaxaca, en la Costa Chica de Guerrero y, sobre todo, aquí en Baja California con los Kiliwa, Paipai y Cucapá.
Tengo un diagnostico hasta diciembre del año pasado de 330 conflictos indígenas en el país, todos de distinta naturaleza.
Mi presencia ahí fue un mecanismo de contención para los grupos empresariales, civiles y paramilitares que, por desgracia, una vez que me retiré, volvieron a muchos pueblos.
Se ha rumorado que usted podría ser nombrado embajador en Cuba, ¿cuál es la perspectiva del nuevo gobierno respecto régimen castrista?
Frente a América Latina, el discurso de Marcelo Ebrad plantea una relación sin que un país avasalle a otro.
De haber sido uno de los principales valores nacionales, la diplomacia mexicana ha perdido reconocimiento desde que se convirtió en vocera de los Estados Unidos.
México no dijo nada ante el golpe militar de Honduras del 2009, por ejemplo. Debemos recuperar una cultura diplomática propia.
Nosotros. en Baja California, como esquina de América Latina, debemos empezar a reconstruir nuestra identidad perdida.
No se trata de ser pro-cubanos o pro-norteamericanos, se trata de ser lo que somos: un país con soberanía, con un proyecto de desarrollo propio.
Durante el sexenio de Vicente Fox, se me vio llevar una ofrenda floral a la estatua de José Martí en Cuba. Me querían quitar la ciudadanía.
¿Cuáles serían las tres acciones más relevantes que usted haría en una gubernatura tan breve de dos años?
Hay cuatro elementos, como los cuatro jinetes del apocalipsis: inseguridad, corrupción, impunidad e incompetencia gubernamental. Eso le pega a todo mundo.
¿Qué es lo que pasa a nuestros gobiernos? Están pensando solamente en hacer negocios. El actual gobernador, dicen, es un gobernador “inmobiliario”.
El próximo 2019 se cumplen 30 años del gobierno panista, ¿cuáles son las modificaciones sustanciales que ha habido? El agua sigue en manos del gobierno del estado, el control de la actividad política la tiene el ejecutivo, no hay independencia de poderes.
2019 te da la oportunidad de hacer un nuevo corte de caja y construir un modelo de estado adecuado a nuestra realidad.
Hay algo que no aparece en los presupuestos, parece que no existiera, pero está presente sólo cuando entiendes su valor fundamental: la organización y participacion comunitaria.
Esta te potencializa a la inversión pública, te fortalece el tejido social y la gente recupera la esperanza. Esto no es un presupuesto adicional.
Centrar las bases para el combate de la corrupción me parece fundamental y la corrupción en todos los niveles, debe ser un instrumento de vigilancia social.
Tenemos que buscar un mecanismo urgente para evitar que Baja California sea reconocido como el estado más corrupto, del país más corrupto.
Por último, ¿cómo resolvería el conflicto político que se vive en San Quintín?
Construyendo un proyecto de desarrollo original, que lo podemos denominar “Por un nuevo San Quintín,” en el que estén involucrados los agricultores y los jornaleros.
San Quintín tiene que reconstruirse a partir de la presencia del gobierno federal, que está ausente.
Tiene que fortalecerse el tejido comunitario, la participación y organización de la gente debe de guiar la toma de decisiones de lo que se haga o se deje de hacer.
Tenemos una propuesta de programa para el desarrollo regional que quisiera compartirla y discutirla junto con los ciudadanos y ciudadanas de San Quintín.
Hoy los acompañe a la presentación en el foro educativo donde se planteó la construcción de la universidad pública; ya se estableció el compromiso de que se construya allá en San Quintín. Se va a construir un hospital de especialidades, pero en materia de salud no basta si no damos seguimiento a las madres embarazadas y a los niños con desnutrición.
Hoy agricultores y jornaleros han ido entendiendo que puedan lograr mejores posibilidades de desarrollo si trabajan en una dinámica donde se entiendan los derechos de su contraparte.
La carencia de agua es grave. Resolver este problema será una prioridad.
— Jaime Martínez Veloz (@jaimemveloz) October 26, 2018
jc.reyna@sandiegored.com
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