Fueron 229 empleados los que participaron en un estudio reciente, en donde se les pidió que pensaran en una situación incómoda que hayan tenido en el trabajo y que implicara un "abuso" por parte de un supervisor o jefe.
Como parte de este estudio, a algunos se les permitió sacar sus frustraciones de trabajo en una muñeca vudú improvisada que llevaba el nombre de su jefe, en donde pegaban alfileres, lo quemaban con velas y lo pellizcaban con alicates.
La teoría es que las personas (es decir, los empleados) que se sienten perjudicadas a veces desearían poder arremeter contra su abusador (es decir, su jefe ...). El estudio quería demostrar que darles a los empleados la oportunidad de desahogar esta ira en un objeto inanimado es terapéutico para ellos, y potencialmente menos doloroso para los empleadores.
Y para sorpresa de todos funcionó. Un tercio de los participantes del estudio informaron tener "sentimientos menos intensos de injusticia," y dijeron que "era mucho menos probable que todavía se sintieran amargados" con respecto a su supervisor. Y no sólo eso, sino que también funcionaron mejor en pruebas cognitivas.
Lindie Liang, profesora asistente de la Escuela de Negocios y Economía Lazaridis en la Universidad Wilfrid Laurier en Ontario, Canadá, y uno de los autores del estudio comentaron para The Telegraph: "Descubrimos que un simple acto de venganza simbólico e inofensivo puede hacer que las personas sientan que se están recuperando y restaurando su sentido de justicia."
¿Qué opinas? ¿Están listos para hacer su propio muñeco?
Vía SDUT
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