La película de terror Verónica del catálogo de Netflix es una buena opción para todos aquellos amantes del género que buscan algo para ver.

Situada en Madrid en el año 1991, la trama nos cuenta la historia de Verónica, una chica de 15 años que después de jugar con la tabla Ouija, comienza a experimentar una serie de eventos sobrenaturales que involucran a su padre fallecido.

Verónica no hace nada nuevo por el género del terror, pero lo que usa, lo hace bien y de una manera que satisface a los que esperan llevarse una buena experiencia de suspenso y horror.

El director Paco Plaza se que se inspiró de películas como El Conjuro, llevando una historia basada en hechos reales al cine con elementos clásicos de la saga de James Wan. Apariciones, sustos de brinco y aspectos psicológicos están aquí.

Justo como en El Conjuro, al final de Verónica (no, no es spoiler) se muestran imágenes del caso real en el que se basó la película.

En resumen, Verónica entrega todo lo que una buena y entretenida película de terror debería de tener, pero tampoco sobresale como otras del 2017.