México ha venido adquiriendo misiles aparte de equipamiento en armas convencionales de acuerdo a un reporte de RT en el que se señala que la compra ha sido principalmente a los Estados Unidos sin que exista una justificación de amenaza real para ello.
El reporte indica que durante los 6 años de gobierno de Enrique Peña Nieto, México ha gastado más de 3.500 millones de dólares en equipo bélico para sus tres Fuerzas Armadas: el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. El principal vendedor ha sido EE.UU.
Señalan que la compra de misiles es otra imposición más de EE.UU. que México acepta, a pesar de no estar en guerra con otra nación ni padecer la amenaza de potencia alguna. Previamente solo se había anunciado la compra de 100 millones de dólares en misiles, pero no el valor de todo el equipo bélico en total.
Expertos en seguridad nacional y Fuerzas Armadas advierten que la compra es resultado de una integración subordinada de los militares mexicanos al Comando Norte de EE.UU. (USNORTHCOM, por su acrónimo en inglés).
Detallan que la Armada mexicana se ha convertido en la punta de lanza de una política de defensa de los intereses estadounidenses, no los de México. Y es que los misiles solo constituyen el más reciente anuncio de adquisición de armamento.
La adquisición de misiles no fue anunciada en México, sino que fue destapada a principios de año en EE.UU. por la Agencia de Cooperación de Seguridad, del Departamento de Defensa. Mediante un documento que da cuenta de la "autorización" del Departamento de Estado para realizar una "venta militar extranjera".
Son seis lanzamisiles terrestres Harpoon Block II RGM-84L; 23 misiles tácticos tipo Rolling Airframe Block II, y seis torpedos ligeros MK 54 Mod 0. El lote se complementa con una serie de pertrechos, entre los que se incluyen ocho contenedores de envío y almacenamiento con cartuchos de memoria RAM modificados; dos lanzadores de triple tubo MK; 32 tubos para torpedo de vasija; 250 municiones tipo AA98; 750 de práctica tipo A976; y 480 cartuchos de munición de espoleta. Además, se garantiza la asistencia técnica de representantes del gobierno estadounidense y de empresas fabricantes.
El citado documento del Departamento de Defensa señala que esta venta "respaldará la política exterior y la seguridad nacional de EE.UU. al ayudar a mejorar la seguridad de un socio estratégico".
Especialistas indican que los 3.500 millones de dólares que México ha gastado en armas adquiridas en el extranjero se debieron haber erogado "en la creación de una fábrica que produjera nuestro propio armamento, además de crear investigación y desarrollo en esa materia; y esto nos haría más autónomos del exterior".
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