Indiscutiblemente el hecho que marcará la Copa del Mundo de Qatar 2022 será la consagración definitiva de Lionel Messi en la historia del fútbol, seguido por el hecho mismo de que Argentina fue campeón. Ambos hechos son merecidos e indiscutibles. Fuera de la derrota con Arabia Saudita, partido en la cual habrá que decir esta última corrió con suerte, y el primer tiempo con México que fue el único momento donde Argentina se vio mal, errática y desubicada, la albiceleste siempre supo adaptarse y estuvo un paso adelante de sus rivales.

Pero hubo otro hecho, bien conocido por muchos, también protagonizado por el seleccionado Argentino, que al contrario de la maravillosa final y logros de Messi y la selección Argentina, fue no solo de mal gusto, sino denigrante, vulgar y sumamente penoso. Me refiero al gesto, llamémosle obsceno, que llevó a cabo el portero argentino Emiliano "El Dibu" Martínez enfrente de millones de observadores alrededor del mundo, durante la ceremonia de premiación, segundos después de haber recibido el premio al mejor portero del torneo.

Un manazo y la advertencia de que no se vuelva a repetir, lo cual inclusive dudo vaya a suceder, no sería suficiente. El castigo debería ser ejemplar a pesar de la euforia y la gran actuación del jugador durante el torneo, y ejemplar justamente por presentarse en el contexto de la merecida conquista de la copa del mundo por parte de la selección y país que representa. Resulta difícil de comprender como una persona aprovecha su momento de gloria, tras obtener algo tan trascendente y cuando el planeta entero tiene sus ojos puestos en él, para actuar de semejante manera. Sin embargo, sabemos que los humanos podemos llegar a comportarnos de manera irracional en una infinidad de circunstancias.

En el fondo, la acción de "El Dibu", quien se caracteriza por tener una personalidad extravagante, resulta aberrante, pero es justamente la acción de una persona que actuó irracionalmente. Lo verdaderamente importante es cuál será la respuesta y consecuencias por dicha acción.

Espero estar equivocado, pero me temo que "El Dibu" correrá con la suerte de ser un jugador Argentino en primera
instancia y Latinoamericano en segunda, por lo que su acción quedará en la historia como un anécdota "desagradable" o inclusive "divertida" para otros. La Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y la FIFA tienen una oportunidad en bandeja de plata para demostrar que hay actos y conductas que no pueden ser pasadas por alto, independientemente de quien las perpetre, pero me temo no sucederá. En el caso de la FIFA, que demuestra constantemente un errático y contradictorio discurso moral, no se sabe que esperar. Y en el caso de la AFA, no deja de ser al final de cuentas un ente en el mundo latinoamericano. Y es que América Latina es la tierra donde por lo general no existen consecuencias por el mal actuar de las personas, es la tierra del NO PASA NADA, donde se tolera cualquier cosa ya que al final de cuentas ¨que tanto es tantito¨. Existen varios lugares del mundo en los que la conducta del portero argentino ese día hubiera sido no solo severamente criticada, también hubiera tenido consecuencias que habrían servido de antecedente y ejemplo. La falta de, o a veces nula, rendición de cuentas a la que estamos acostumbrados en la mayoría de los países de América Latina es un mal muy dañino. Se vive, como en este caso, en todos los aspectos y entornos de nuestras vidas.

El escenario, el momento y el hecho mismo ofrecen las circunstancias precisas para que la Asociación de Fútbol Argentino y la FIFA lanzaran un mensaje claro de que las hazañas deportivas, o de cualquier otra índole, no te ofrecen un cheque en blanco para actuar como se plazca. La idea de restarle importancia al asunto con el argumento de que "prestarle atención solo lo ventila más y le da más alas" y que "lo verdaderamente importante es el fútbol y no habría que distraerse en eso", es en este caso una postura cómoda y salida fácil. Justamente porque lo importante es el fútbol y la acción se presentó en su máxima competencia, de hecho el escenario más grande del planeta, es por lo que la acción debe ser sancionada.

Se dice que lo cortés no quita lo valiente, saber como comportarse adecuadamente en la derrota y en la victoria es una de las más grandes enseñanzas que brinda el deporte.

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