Sin embargo, entre las doce cervezas más sobresalientes de la guía destaca Cucapá Barley Wine, realizada en Mexicali, que se ubicada en el puesto dos entre las cervezas industriales y artesanales luego de la cerveza belga Gouden Carolus Hopsinjoor, que encabeza la lista y en el número uno entre las doce artesanales con un puntaje de 4.85.
"Color caramelo intenso. Es una cerveza licorosa con finos recuerdos a frutos de bosque (cassis), vainilla, higos y café. En boca, es contundente, gran estructura y sabor vinoso, con ricos matices frutados y largo final", apuntó en el libro el sommelier español Pascual Ibáñez, cofundador de la Escuela de Sommeliers y la Escuela de los Sentidos, ambas en Chile.
Además destacan entre las doce mejores cervezas industriales y artesanales: Calavera Mexican Imperial Stout, hecha en Naucalpan (Estado de México); Minerva Stout Imperial, producida en Zapopan (Jalisco); Cucapá Chupacabras (Mexicali); Tijuana Bufadora y Tijuana Güera (ambas producidas en esta frontera).
González señaló que en el libro no se descalifica a ninguna cerveza, sino se trata de entender a todas.
El lugar destacado que ocuparon en la guía las cervezas de la región no fue sorpresivo pues desde los ochentas, tras el auge en California de las cervecerías artesanales, productores de Tijuana y Mexicali "se motivaron, se encantaron", explicó.
Sin embargo, una de las grandes aportaciones de los productores cerveceros bajacalifornianos a esta cultura, agregó, es que están haciendo cervezas para acompañar platillos, están pensando en maridajes, y no para un consumo solo.
En un capítulo de La Guía de la Cerveza en México, Rex Halfpenny, autor de la Guía de la Cerveza de Michigan, apuntó que muchos chefs diseñan sus menús cargados de carnes, aves, mariscos, pastas y vegetales con una amplia gama de vinos tintos y blancos.
Pero, añadió, cuando se trata de la cerveza simplemente seleccionan las marcas líderes en los mercados sin comprender el amplio mundo cervecero y la calidad que le pueden imprimir estos productos a la experiencia gastronómica.
Inevitablemente este libro se convierte en un viaje de olores, sabores y colores por diversas regiones del país y otros lugares del mundo.
Curiosamente su lectura fomenta un consumo responsable, pues se comienza sentir que no es el número de cervezas claras u oscuras que uno tome, sino entender qué se está tomando.
De la primera edición de la guía se hicieron cinco mil ejemplares que pueden adquirirse en diversas librerías del país. Los realizadores ya están preparando una segunda edición para finales de año que realizarán en español e inglés.
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