El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, continúa siendo el centro de atención de los medios nacionales e internacionales al adelantar sus planes una vez que asuma el cargo de Presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. En esta ocasión, una de las mayores aportaciones a presupuestos anuales de países latinoamericanos es el nuevo objetivo del magnate: las remesas.

Hace poco, el republicano amenazó con obstaculizar el envío de remesas desde Estados Unidos hacia cualquier lugar fuera del país, afectando gravemente la economía de cientos de familias.

Ante esta situación, un ex-legislador del partido republicano ha hecho hincapié que esta decisión por parte del próximo mandatario estadounidense se debe a que se ha descubierto que el gobierno invierte alrededor de 9 mil doláres por cada indocumentado, tomando en cuenta servicios de educación, salud, seguridad pública, entre otros mas.

Es así que la principal medida a implementar para solucionar esta vertiente es aplicar un impuesto a las remesas, como una forma para recuperar parte de este dinero que es para beneficio público, según comentó el funcionario.

“Todo ese gasto social que proviene de los impuestos de los estadounidenses es otra forma de ayuda a extranjeros’’, declaró al respecto.

Entre las sanciones que serán implementadas para asegurar el cumplimiento de esta nueva orden se encuentran multas de hasta 500 mil dólares y hasta penas de prisión para los que hagan uso de otras vías para enviar su dinero. También se pretende castigar a los países que eviten dichas comisiones dificultando el proceso para obtener una visa y negando ayuda económica para las naciones implicadas.