La tarde de este jueves 31 de octubre falleció Hugo Torres Chabert, destacado empresario y político de Baja California. Esto lo confirmaron sus familiares. Su partida deja un vacío en Playas de Rosarito, ciudad donde su legado en el ámbito empresarial y político será recordado por generaciones.
Torres Chabert fue una figura clave en la consolidación y crecimiento de Rosarito. Su aporte fue decisivo para la creación del municipio en 1995, tras años de gestiones y luchas por lograr la autonomía de esta comunidad frente a Tijuana, de la cual dependía. Como presidente del primer consejo municipal de Rosarito, impulsó proyectos esenciales que sentaron las bases para el desarrollo urbano y social de la ciudad, marcando el rumbo de una comunidad que hoy lo reconoce y agradece.
Un legado empresarial de tradición
La historia de Hugo Torres Chabert y su relación con Rosarito comenzó cuando, como joven empresario, tomó las riendas del emblemático Hotel Rosarito, el cual, bajo su liderazgo, no sólo prosperó sino que se convirtió en uno de los principales destinos turísticos de la región. Su tía, María Luisa Chabert, cantante de ópera y figura influyente en la ciudad, había iniciado la construcción del hotel en la década de 1920, cuando Rosarito era apenas un conjunto de carpas junto al mar.
Desde que asumió el control del hotel en los años 60, Torres Chabert implementó tres objetivos estratégicos: expandir sus instalaciones, promover su imagen de manera activa y consolidarlo como un negocio rentable. En 1968, adquirió el hotel y emprendió una ambiciosa expansión que lo llevó a contar con más de 50 habitaciones, además de renovar sus espacios y promocionarlo en Estados Unidos y México. Su visión convirtió al Hotel Rosarito en un destino de lujo, atrayendo estrellas de Hollywood, aristócratas y viajeros internacionales.
Una vida dedicada a Rosarito y a su gente
En la década de los 80, Torres Chabert encabezó la lucha por la independencia de Rosarito, que culminó con la fundación del municipio en 1995. Nombrado como el primer presidente del consejo municipal, Torres no solo donó su salario de alcalde a programas de asistencia social, sino que trabajó incansablemente para mejorar la seguridad y calidad de vida de los residentes. Durante su administración, instauró operativos y medidas de seguridad que resultaron en una reducción significativa de los índices delictivos, aún cuando el camino estuvo lleno de desafíos y conflictos.
En 2007, tras un periodo de retiro de la vida pública, Torres regresó como alcalde, impulsado por la inquietud de restaurar el orden en Rosarito ante el auge de la violencia. Su administración enfrentó de manera directa el problema, implementando reformas profundas en la policía local, incluyendo interrogatorios y pruebas de detector de mentiras para todos los oficiales, en un esfuerzo por erradicar las infiltraciones del crimen organizado.
Su compromiso con el bienestar de Rosarito y su gente fue constante. Durante la recesión de 2008, cuando el turismo se desplomó, Torres Chabert mantuvo abiertas las puertas del hotel y protegió los empleos de sus trabajadores, demostrando una vez más su lealtad a la comunidad.
Un legado que será recordado
Con su partida, la comunidad de Rosarito y Baja California pierde a un gran líder, pero su historia y contribución seguirán presentes en cada rincón de esta ciudad que ayudó a construir. La imagen de Hugo Torres Chabert sonriente, viendo el mar desde su querido Hotel Rosarito, queda en la memoria colectiva como el recuerdo de un hombre que vivió y trabajó para el bienestar de su comunidad.
En Rosarito, un pueblo que hoy es ciudad y destino turístico de renombre, Hugo Torres Chabert deja una huella imborrable, un recordatorio de que, con visión y esfuerzo, se pueden transformar vidas y construir legados.
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