En Baja California, al igual que en el resto del norte del país, la presión por la escasez de agua seguirá aumentando. Por el lado de la oferta, el cambio climático provoca menos lluvias, más altas temperaturas y menos hielo en invierno, lo que se traduce en ríos menos caudalosos; por el lado de la demanda el crecimiento poblacional y el crecimiento de las actividades productivas provoca que la escasez se agrave.

En Baja California en general y Tijuana en particular se tiene una fuerte dependencia y concentración en el Río Colorado es que este se gesta en Estados Unidos, específicamente en las montañas rocallosas y antes de llegar a Baja California pasa por los estados de Colorado, Utah, Arizona, Nevada y California, quienes utilizan el río para el abastecimiento de ciudades, uso doméstico, agrícola, industrial y generación de energía hidroeléctrica.

Ya en territorio mexicano, el agua del río se asigna a los estados de Baja California y Sonora. En la siguiente figura se puede apreciar que del total de agua que se consume en Baja California el 84% proviene del Río Colorado y sólo un 16% de pozos o desaladoras.

Figura 1. Composición por fuentes de agua de uso público por municipio.

De acuerdo con expertos en el tema del agua como el Dr. Alfonso Cortez Lara del Colegio de la Frontera Norte, uno de los aspectos más importantes a tratar es el rehúso del agua, ya que por ejemplo en Tijuana sólo se reúsa alrededor del 7%. La inversión en plantas desaladoras es importante, siempre y cuando se hayan agotado otras opciones como el rehúso que es muy bajo y el mantenimiento de acueductos y tubería cuyas fugas pueden representar hasta el 30% de desperdicio del agua que llega a las ciudades de Tijuana o Mexicali.

En la siguiente figura se puede apreciar la distribución porcentual del agua en Baja California de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en cuanto a su origen superficial o subterráneo en 2021. Llama la atención que, del 100% del agua, el 78% se va a consumo agrícola, el 15% al abastecimiento público, el 5% a la producción de electricidad y poco más del 2% a la industria.

Por tanto, si se quiere abordar el problema del agua, se tiene que empezar por el sector agrícola. No soy especialista en el tema del agua, pero hay temas que se pueden abordar utilizando el sentido común. Si el 78% es para uso agrícola, lo primero que tenemos que analizar para enfrentar los recortes en el suministro es qué tipo de cultivos estamos regando, cuánto valor agregado producen y cuál es el costo, no sólo económico, sino el costo de oportunidad.

Figura 1. Distribución del agua en Baja California de acuerdo con SEMARNAT, 2021.

Tanto el Valle de Mexicali como San Quintín son importantes zonas agrícolas en Baja California, pero se especializan en diferentes cultivos debido a sus condiciones climáticas y de suelo particulares de suelo:

Valle de Mexicali:

• Cultivos principales:Trigo, algodón, alfalfa, sorgo, cebolla, espárrago, dátil y hortalizas (lechuga, col, tomate, chile, zanahoria).

• Características: Agricultura intensiva, principalmente de riego, con grandes extensiones de cultivo y alta productividad

Los retos que se presentan en el Valle de Mexicali son la escasez de agua, salinización del suelo y dependencia de los mercados internacionales.

Cultivo de Algodón en el Valle de Mexicali

San Quintín:

• Cultivos principales: Fresa, frambuesa, arándano, zarzamora (berries), tomate, pepino, calabaza, chile y cebolla.

• Características:Agricultura de riego, con cultivos de alto valor y exportación, principalmente a Estados Unidos. Los principales retos que enfrenta este municipio son la escasez de agua, los conflictos laborales y la fuerte dependencia de los mercados internacionales.

Como se puede apreciar a simple vista, los cultivos de San Quintín son de mayor valor agregado que los del Valle de Mexicali. Mientras que cultivos como las berries son de alto valor agregado por su alta demanda, lo que se traduce en mayores precios, el algodón que es un commoditie, se siembra en muchas partes del mundo y sus precios se desploman constantemente por sobreoferta.

Es importante mencionar que ambos valles tanto San Quintín, como Mexicali, están buscando diversificar su producción agrícola para adaptarse a los desafíos del cambio climático y la escasez de agua, así como para aprovechar nuevas oportunidades de mercado.

Por ejemplo, en el Valle de Mexicali se están explorando cultivos alternativos como la quinoa, el amaranto y la stevia, mientras que en San Quintín se está impulsando la producción de berries orgánicos y la acuicultura.

Si bien los esfuerzos con concientizarnos en el uso y ahorro del agua en las ciudades por parte de la población es muy importante, de nada sirve si esta se desperdicia en la agricultura con cultivos de bajo valor agregado y uso excesivo de agua como algodón y alfalfa, o se desperdicia en fugas por falta de mantenimiento a la infraestructura de acueductos, que como ya se dijo puede llegar al 30% del agua que llega a las ciudades. En Baja California se debe trabajar en la gobernanza del agua y aprender cómo han enfrentado las dificultades de escasez otros países más desarrollados como Israel o la República Popular de China.

China, al ser un país con una gran población y una economía que experimentó rápido crecimiento durante más de 30 años, ha enfrentado importantes desafíos en cuanto a la escasez de agua. Para abordar esta problemática, el gobierno chino ha implementado diversas estrategias para reducir el consumo de agua en el sector productivo, entre las cuales destacan:

1. Establecimiento de objetivos y regulaciones:

• China ha establecido objetivos claros para reducir el consumo de agua por unidad de PIB y ha implementado regulaciones estrictas sobre el uso del agua en la industria.
• Se han introducido sistemas de permisos y cuotas de agua para las empresas, así como tarifas diferenciadas para incentivar el ahorro de agua.

2. Promoción de tecnologías de ahorro de agua:

• El gobierno chino ha invertido en investigación y desarrollo de tecnologías de ahorro de agua, como sistemas de riego eficientes, reciclaje de agua industrial y procesos de producción más limpios.
• Se han otorgado incentivos fiscales y financieros a las empresas que adoptan estas tecnologías.

3. Reutilización y reciclaje de agua:

• Se ha promovido la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y la reutilización del agua tratada en la industria y la agricultura.
• Se han implementado proyectos de recarga de acuíferos para aprovechar el agua de lluvia y las aguas residuales tratadas.

4. Modernización de la agricultura:

• Se han promovido técnicas de riego más eficientes, como goteo y aspersión, para reducir el consumo de agua en la agricultura.
• Se ha fomentado el cultivo de variedades de plantas más resistentes a la sequía y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles.

4. Educación y concienciación:

• Se han llevado a cabo campañas de educación y concienciación pública sobre la importancia del ahorro de agua y el uso responsable de este recurso.
• Se ha promovido la participación de la sociedad en la gestión del agua y la adopción de prácticas de ahorro en el hogar y en el trabajo.

5. Inversiones en infraestructura:

• China ha invertido en la construcción de grandes proyectos de infraestructura hidráulica, como el trasvase de agua Sur-Norte, para transportar agua desde las regiones del sur, más ricas en agua, hacia las regiones del norte, más secas.
• La presa de las tres gargantas que además de almacenar el agua y controlar las inundaciones es la hidroeléctrica más grande del mundo.

Presa de las Tres Gargantas en la Provincia de Hubei.

Estas son sólo algunas de las estrategias que China ha implementado para reducir el consumo de agua en el sector productivo. Si bien se han logrado avances significativos, aún quedan desafíos por superar, y es necesario continuar trabajando en la implementación de medidas más efectivas para garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico en el país.

Pero de lo anterior se desprenden importantes lecciones para México y Baja California, como es la aplicación del agua en sistemas productivos de mayor valor agregado y menos consumo, para con ello pagar la importación de productos agrícolas intensivos en agua, en lugar de producirlos aquí, sobre todo en el contexto de recortes de la cuota que recibimos del Río Colorado que en 2024 fue de 263 millones de metros cúbicos y se espera que para 2025 el recorte sea aún mayor.

El próximo gobierno de Claudia Sheinbaum tendrá que enfrentar este importante reto de escasez en el norte del país en colaboración con todos los niveles de gobierno, haciendo limpia de la corrupción en la Comisión Nacional del Agua, y la mejor forma es a través de la colaboración entre sociedad, sector empresarial y gobierno a través de la construcción de esquemas de gobernanza que beneficien a la gran mayoría. Las futuras guerras, si no es que presentes, serán por el acceso al agua.

El autor es asesor de organismos empresariales y consultor independiente. Doctor en Economía por UABC y Maestría en Desarrollo Regional por el Colegio de la Frontera Norte