Actualmente se cuenta con diversas personas presas con una sentencia de muerte en California, sin embargo, Richard Gonzalez Samayoa, un preso de la Prisión Estatal de San Quentin que había sido condenado a muerte en 1985, esperó cumplir su sentencia hasta su último respiro al morir la madrugada del miércoles 7 de diciembre.

Gonzales había sido admitido en el corredor de la muerte el 2 de julio de 1988 por asesinar a Nelia Silva, una madre de Otay Mesa y a su hija de dos años Katherine hace más de 35 años, al golpearlas con una llave inglesa cuando estas regresaban de una salida; este fue encontrado saqueando la casa (cabe destacar que ambas vivían frente a él) buscando objetos de valor.

De acuerdo al reporte compartido por el California Department of Corrections and Rehabilitation , Richard fue declarado muerto a la 01:13 am al ser encontrado inconsciente en su celda en la enfermería de la Prisión Estatal de San Quentin.

Funcionarios estatales anunciaron que falleció por causas naturales a sus 69 años. Cabe destacar que desde 2006 nadie ha sido ejecutado por sentencia de muerte en California, esto después de que un tribunal federal dictaminó que la aplicación de la inyección letal era inconstitucional; sin embargo, esto no modifica la liberación de ninguna persona de prisión, tampoco modifica ninguna sentencia o condena actual; por lo que actualmente 675 personas que se encuentran en el corredor de la muerte de California.

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