La frontera de México con Estados Unidos ha llamado la atención de diversos medios alrededor del mundo, a consencuencia de los hechos de violencia presenciados en los últimos días; tales hechos han encendido las alarmas del Gobierno Americano.

Un ex agente de la DEA, mencionó para EL UNIVERSAL, que la actual situación que vive México en relación con la violencia, no pasa desapercibida para el gobierno de los Estados Unidos, sobre todo cuando esos acontecimientos suceden al límite territorial entre ambos países.

No se va a hacer público, no funciona así, pero la DEA está en alerta para lo que sea necesario, en caso de que la violencia en México pudiera poner en peligro su seguridad

El ex gente que pidió que se respetara su anonimato, menciona que el gobierno americano mantiene una estrecha comunicación con el gobierno de México en relación al tema del crimen organizado. En la misma entrevista refiere que la DEA posiciona al Cártel Jalisco Nueva Generación y al Cártel de Sinaloa, como los grupos más violentos del país, agregando que existen otros tres de gran impacto y por lo menos, una veintena de células delictivas al servicio del crimen organizado. Estos grupos, menciona el ex agente, gobiernan más de la mitad del México, a pensar de que los datos oficiales afirman que solo un 30 por ciento del país, padece las acciones del crimen organizado.

La actual política de la administración de Obrador dificulta las actividades para combatir al crimen organizado, según comenta el informador anónimo, ya que los criterios políticos no permiten un trabajo en conjunto. En un congreso en Estados Unidos, recuerda el ex agente, se mencionó que México estaba encaminándose a convertirse en una dictadura criminal; después de 15 años de cooperación binacional y siendo esta administración en la que la comunicación ha sido menos positiva, el ex agente cree que México ya vive bajo un régimen dirigido por el narco.

Por último, agrega que el gobierno de México, encabezado por el presidente Obrador, no conoce la importancia que significa para los Estados Unidos la seguridad de sus fronteras, sin tomar en cuenta las acciones que su país estarían dispuestos a realizar para evitar que la violencia del crimen organizado afecte su territorio.

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